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«No podría vivir sin la literatura, la necesito porque cojeo por otros lados»

PATXI IRURZUN
Escritor, autor de «odio enamorado»

Conocido por sus relatos agrupados en libros como «Cuentos de color gris», «Ese tocho» o «Cuentos sanfermineros», el escritor iruindarra Patxi Irurzun ha dejado de lado el humor para escribir una triste historia protagonizada por una periodista radiofónica despedida de su trabajo y un viejo y solitario crítico musical que no consigue olvidar su pasado en los campos de concentración nazis.

Karolina ALMAGIA | BILBO

Tras las novelas «Cuestión de superviviencia» y «Ciudad retrete», Patxi Irurzun (Iruñea, 1969) acaba de editar «Odio enamorado» (Ediciones Idea), una novela sobre la deslealtad, que transcurre en París durante el Mundial de Fútbol del 98. Con ella, el escritor navarro, que ha visto cómo la editorial Mondadori escogía uno de sus cuentos para el lanzamiento en Italia del libro «Cuentos de fútbol», en el que figuran autores como Julio Llamazares o Javier Marías, hace autoanálisis sobre una amarga experiencia personal.

«Odio enamorado». Un título un poco contradictorio.

Lo cogí de un verso de «Las flores del mal», de Baudelaire. Lo escogí precisamente por hacer alusión a las contradicciones, a las diferentes caras que tiene el ser humano, que es de lo que en el fondo trata esta novela: del bien y del mal, del comportamiento un poco esquizofrénico que tenemos a veces los humanos. El más miserable es capaz de hacer gestos sorprendentes y el que nunca esperarías que lo haga, te puede traicionar.

Al contrario que otras historias que ha escrito, ésta no parece tener nada que ver con su mundo habitual: transcurre en París, los protagonistas son de otra generación...

La verdad es que, de todos los libros que he publicado, éste es el que menos tiene que ver con mi vida. Sin embargo, como se explica en el prólogo, todo parte de una experiencia personal, que me llevó a pensar que había fallado a un amigo y me hizo reflexionar mucho. Por otro lado, un día, oyendo la radio, escuché cómo a una locutora le daba un ataque de risa leyendo una noticia seria; paralelamente, empecé a leer cosas sobre Austwitch y la vida en los campos de concentración: de todo ese batiburrillo salió esta novela.

¿Se ha resarcido del sentimiento de culpabilidad con la escritura de este libro?

Bueno, para mí fue como un sicoanálisis. Saqué toda la mierda que llevaba dentro por haber fallado a un amigo y creo que se nota al leer el libro. Es una novela bastante dura, con mucho sentimiento.

Se alude varias veces a ciertos períodos y personajes históricos. ¿Le costó mucho escribirla?

La verdad es que la novela la escribí hace ocho años. Tuve que documentarme y leer mucho sobre el tema. Eso, añadido a que la historia es bastante fuerte, hizo que me quedara exhausto después de escribirla. Decidí aparcarla durante una temporada y ahora es cuando se ha publicado.

Llama la atención en «Odio enamorado», por ser un libro suyo, la ausencia de humor.

Sí, seguramente es mi primer libro en el que no aparece este elemento. Es una historia bastante dura y no me ha dado pie a hacer bromas, a pesar de que siempre que me pongo a escribir me acabo tirando al humor en mayor o menor medida. Pero bueno, me voy a resarcir pronto con la publicación de un conjunto de relatos disparatados, muchos de los cuales se publicaron hace años en GARA.

No hay humor, pero sí que hay mucha música.

La música hace de hilo conductor. Por un lado, hay una canción que persigue a los personajes; por otro, están Janis Japlin, el jazz y el blues, que es la música de fondo de esta novela.

¿Por qué este formato de novela corta y, además, ilustrada?

La longitud de la novela es la que pide la historia, simplemente. Y lo de introducir ilustraciones viene de mi relación con Juan Kalvedillo, que es un dibujante de Cádiz con el que he hecho bastantes cosas. Es un autor que siempre recurre al humor, pero, después de leer mi historia, le salieron unos dibujos bastantes oscuros; creo que van muy bien con la novela.

¿Qué lugar ocupa la escritura en su vida?

Yo no vivo de la literatura, trabajo como periodista para una agencia de comunicación. La literatura me ha dado muchas cosas; a través de ella he conocido a amigos, a mi pareja... Siempre he sentido la necesidad de escribir. Por otra parte, como soy una persona bastante tímida, con problemas para comunicarme, la escritura me ha servido como herramienta para expresarme. Necesito la literatura porque cojeo por otros lados. No podría vivir sin ella.

¿Qué está escribiendo ahora?

Tengo parada una novela sobre piratas, porque últimamente no tengo mucho tiempo. Este año voy a publicar dos libros de cuentos y, aparte de eso, estoy escribiendo dos libros para niños por encargo. Son biografías sobre personajes históricos y me estoy divirtiendo mucho con ellos.

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