Artículos como el publicado bajo el título «¿El campo es del PNV?» son un fiel reflejo del furibundo ataque que el portavoz socialista en la Comisión de Agricultura dirige al PNV y al Departamento de Agricultura del Gobierno Vasco. Una crítica que no se limita a los partidos que integran el Ejecutivo sino que, también, afecta a toda la oposición, ya que asegura que «los representantes» del PNV «no soportan ver que el Partido Socialista pida explicaciones en el Parlamento Vasco. Porque no estaban acostumbrados a que desde la oposición se le pidieran cuentas al Departamento de Agricultura». Además del desprecio que demuestra hacia el trabajo realizado por los demás partidos políticos, también supone infravalorar la labor desarrollada por sus pro- pios compañeros de grupo. ¿Es que no ha habido Grupo Socialista hasta ahora? ¿Dónde han estado? ¿Es que los socialistas no sabían que existía el sector primario hasta que lo ha descubierto este señor?

En el mencionado artículo, el parlamentario socialista muestra su malestar porque, desde el PNV, se le había señalado que esas propuestas -en las que se considera que todos, excepto el PSOE, estamos equivocados o somos unos inútiles- lejos de contribuir a mejorar el sector primario vasco, sólo perseguían meter ruido para intentar hacerse un hueco en el sector. Y, de forma paradójica, al tiempo que se queja por dicha apreciación, vuelve a dejar constancia de dicha actitud. Además, lo hace en unos términos que yo, particularmente, considero muy graves.

En reiteradas ocasiones, les hemos manifestado a los representantes del Grupo Socialista que nuestro objetivo es que todos -Grupos Parlamentarios y Gobierno- trabajemos conjuntamente con el sector y con el resto de instituciones para intentar que el nivel de vida de los agricultores mejore y alcance los índices de bienestar que, actualmente, disfrutan otros sectores de nuestro país.

El PNV no admite que el sector primario sea -no ya un coto privado de ningún grupo político- un coto compartido, tal y como plantea el Partido Socialista. El campo, señor mío, es del sector. Y nuestra función es procurar las mejores condiciones para que se pueda desarrollar de forma óptima; no intentar hacernos un hueco en el sector.

Usted, en su artículo, corrobora nuestra teoría. Tal y como acostumbra a hacer en los debates parlamentarios, se erige en el «mesías salvador» del sector primario y desprecia a todos los demás, Gobierno, oposición e, incluso, al propio sector, del que dice que se encuentra perdido e inmerso en una situación caótica.

Por último, me gustaría señalarle que, en la Comisión del pasado 18 de abril a la que usted se refiere, su Grupo se quedó completamente solo a la hora de votar por culpa de esa actitud.

A pesar de todo, como en otras muchas ocasiones, le reitero nuestra disposición a trabajar conjuntamente -como hacemos con los otros grupos- dejando a un lado intereses partidistas y buscando lo mejor para el sector primario vasco. Y, sobre todo, escuchando siempre la opinión del sector.