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«El espectáculo se ha ido transformando; cada día quitamos y ponemos cosas»

ALBERT PLA

Cantautor

Albert Pla vuelve a Euskal Herria, concretamente al Auditorio Barañain, para presentar en esta ocasión su último espectáculo, titulado «El malo de la película». Una película «como las de verdad» pero sobre un escenario y con sus últimas canciones en directo. «Un trabajo de chinos», según confiesa el músico catalán. La cita es hoy, a las 20.30.

Rebeka CALVO | IRUÑEA

El músico de Sabadell interpreta en esta ocasión el papel de un abogado que trabaja para una corporación multinacional inmobiliaria encargado de transformar una recóndita e idílica zona rural en un polígono industrial. Lo hace en buena compañía, con Judit Farrés -actriz que también trabajó con él en su anterior montaje, «Canciones de amor y droga»- Cesc Gay y Juanma Bajo Ulloa, entre otros. Parco en palabras, como de costumbre, el cantautor aclara que en el trabajo hablan «de muchas cosas que nos rodean», siempre en clave de comedia.

«El malo de la película» es un espectáculo audiovisual donde han combinado música, cine y teatro. Todo ello interpretado por usted y Judit Farrés. ¿Cuál es vuestro papel en todo esto?

En realidad, es una película. Hemos trabajado mucho con ordenadores, montando los vídeos. Nosotros nos subimos al escenario y vamos explicando lo que pasa en la pantalla; vamos poniendo voces, cantando alguna canción... Siempre ayudando a la gente a que comprenda lo que está pasando en la pantalla. Hemos hecho lo que hemos podido.

Se trata de un trabajo que tiene como trasfondo la especulación urbanística, justo ahora que está tan de moda. ¿Quizás aprovechando el tirón?

Hablamos de muchas cosas que nos rodean. Además, nosotros estrenamos este espectáculo hace ya tiempo y lo de la corrupción inmobiliaria llegó más tarde.

Muestran una pequeña Marbella...

Lo de Marbella son pequeños trapicheos... Yo hablo de cosas serias.

Sus principales protagonistas son Judit Farrés y usted. Farrés, además, se ha encargado de la banda sonora, que incorpora algunas de sus nuevas canciones, ¿Cómo ha sido este trabajo?

A la hora de hacer la banda sonora, por ejemplo, fuimos trabajando todo a mitades. Yo, sobre todo, me encargaba de todo lo relacionado con la imagen, y ella me iba dando músicas que sugerían alguna escena... O al revés. Hemos ido hablándolo todo. Así es como hemos ido avanzando.

También cuenta con colaboraciones especiales de Juanma Bajo Ulloa o Cesc Gai, entre otros. Sin olvidar al recientemente desaparecido Joaquin Jordá, premio estatal de cine a título póstumo de 2006. ¿En qué consisten estas colaboraciones?

Hacen el papel de actores. Necesitaba algún actor y, como ellos son conocidos, aproveché la ocasión. Además, también me hacían falta algunas respuestas para saber cómo montar una película, y acudí a ellos a pedirles ayuda. Juanma, concretamente, interpreta a un científico que se queda encerrado en un experimento; Jordá encarna a un enfermo crónico, y Cesc Gai, a un compulsivo. También hay algunos planos que me grabó un director catalán que me gusta mucho, Albert Serra.

Hacen siempre referencia a hechos de la actualidad. ¿Ha ido cambiando la historia desde que estrenaran el trabajo en Teruel allá por el mes de junio?

Claro que se ha ido transformando; cada día quitamos una cosa y ponemos otra.

La idea, según ha aclarado usted en alguna ocasión, era rodar una película como «las de verdad», pero con una pequeña cámara y ordenadores. ¿Cómo ha asimilado el público este hecho? ¿Han conseguido hacer una película «de las de verdad» pero en un escenario?

Creo que bien. Al menos, no nos han echado a porrazos de ningún lado...

Hombre, el público normalmente es educado, no reacciona de esa manera...

Está bien que sea educado, pero no mucho.

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