Iñaki Iglesias, presidente de la Federación Vasca de Ciclismo (FVC), denunció ayer la campaña de «acoso y derribo» que «desde la sombra» impulsa, a su juicio, el presidente de la Federación Guipuzcoana José Luis Arrieta.

En una rueda de prensa en Bilbo y arropado por su Junta Directiva, Iglesias salió al paso de lo que considera «verdades a medias y mentiras», y ofreció su punto de vista de la moción de censura en su contra que no se aprobó el pasado viernes.

Desde su elección como presidete en febrero de 2005, Iglesias denuncia una campaña «de acoso y derribo», «agresiones graves» y «una frontal oposición» por parte de Arrieta.

«La Federación Guipuzcoana no quiere que exista la Federación Vasca de ciclismo», señala la nota repartida por Iglesias a los medios. «Ha tratado siempre de controlarla para evitar su normal desarrollo y erigirse como único representante del ciclismo vasco».

El último capítulo de este «enfrentamiento aberrante» fue la moción de censura del viernes, «una clara agresión encabezada desde la sombra por Arrieta».

Al margen de la falta del quórum necesario, el asesor jurídico de la FVC «al menos detectó tres irregularidades graves». Iglesias admitió ser muy estricto en sus formas, pero se escuda en la legalidad de su actuación.

No entiende la moción de censura presentada por «el trabajo tremendo» de la FVC en los dos años y medio de su mandato. En ese sentido, apuntó a un aumento del presupuesto del 297% desde 2004 hasta 2007.