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Elecciones en Euskal Herria

Zapatero afirma que ha impugnado listas «en los justos términos» de la ley

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pasó ayer por Gasteiz y lo hizo para exigir al PP «que vuelva a la unidad y al apoyo» al Ejecutivo, para reiterar los «principios para el final de la violencia» que ya expresó el pasado mes de febrero y para destacar que la Ley de Partidos que ha barrido todas las agrupaciones de electores y 133 listas de ANV se ha aplicado «en sus justos términos». En el acto, Patxi López apoyó la prohibición de candidaturas.

Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Con la que está cayendo de ilegalizaciones, anuncios de reuniones entre el Gobierno y ETA y declaraciones de la izquierda abertzale que son tomadas siempre como desafíos o amenazas, al presidente del Gobierno le estaban acusando desde el PP y sus medios afines de no querer hablar de estas cosas. Así que ayer se plantó en Gasteiz dispuesto a entrar al trapo aunque, salvo algún apunte coyuntural -como la referencia a la anulación de candidaturas- y una alusión a Irlanda, no dijo nada que no hubiera dicho ya con anterioridad, incluso en esta misma ciudad.

El acto, celebrado en una empresa reconvertida para acoger eventos de este tipo, estaba más pensado como escenario donde los medios de comunicación recogieran sus declaraciones que para entrar en contacto con afiliados y simpatizantes. Mucho candidato, mucho cargo público y poca ciudadanía de a pie. En los alrededores, un impresionante despliegue de todo tipo de cuerpos de seguridad.

«Prevenir, combatir y trabajar»

José Luis Rodríguez Zapatero dejó en el armario el vestuario informal que ha venido utilizando en los mítines precedentes y se puso el traje solemne de presidente del Gobierno para hablar de lo que llama indistintamente «política antiterrorista» y «proceso de paz». Dirigiéndose a los candidatos y cargos del partido, empezó diciendo que no había entrado hasta la fecha en esta materia porque consideraba que «tenía que estar aquí para hablar de Euskadi, por respeto a vuestra tarea y dignidad».

Después señaló que su decisión de «hablar poco de política antiterrorista» -por la que había sido criticado- obedecía a la coherencia con su idea de que en esta materia «hay que hablar lo justo». Y de ahí pasó a recordar que también cuando estaba en la oposición «hablaba poco y apoyaba mucho al Gobierno», lo que inmediatamente le llevó a donde quería ir, es decir, a criticar que «el PP habla mucho y no apoya nada».

Zapatero aseguró que «en el trabajo por la paz los insultos no me afectan» y reiteró su «firme voluntad de prevenir, combatir y trabajar para ver el final de la violencia».

Por el camino recto

Dejando para más adelante el volver a hablar del PP, pasó a dirigirse a quienes «en estos días protestan, atacan nuestras sedes y nos coaccionan porque se les ha aplicado la Ley de Partidos y no pueden comparecer en las urnas». A éstos les dijo que «nada es posible en democracia con violencia, ni con respaldo, justificación o explicación de la violencia».

Como ya dijera en febrero también en Gasteiz, aseguró que «quien no es capaz de defender sus ideas sólo con la palabra es que no tiene fe en sus ideas y tiene muy poca valentía, por no decir mucha cobardía».

José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que su gobierno va en esta materia «por el camino recto». Defendió que la impugnación de todas las agrupaciones electorales y todas las candidaturas de ANV había sido «una aplicación de la Ley de Partidos en sus justos términos». Y apostilló: «No menos de lo que exige, ni más de lo que establece».

Entonces mostró su irritación porque mientras unos protestan por haber sido ilegalizados, «la oposición democrática nos acusa de que hemos abierto la puerta a los violentos». En ese contexto pidió a los suyos «paciencia, serenidad y sosiego», que es lo que requieren «las grandes conquistas democráticas como la de hacer que la ley se respete, las reglas de juego se cumplan y se acabe con la violencia».

Volvió ahí a dirigirse al PP y, tras hacer un homenaje a las víctimas de ETA, le exigió que «vuelva a la unidad, a la lealtad y al apoyo al Gobierno».

Irlanda y cuatro principios

El presidente español recordó que «hace pocos días hemos visto cómo en Irlanda se culminaba un proceso de paz tras muchos años, como se salía de una gran pesadilla histórica» y cómo los «antagónicos» han sido capaces de sentarse juntos. Por ello, «como todas las personas de buena fe», quiso felicitar a los protagonistas y, en especial, al primer ministro británico, Tony Blair.

Luego aseguró que sabía que había «muchas diferencias entre Irlanda y Euskadi». La primera que mencionó fue la de que en Gran Bretaña el Gobierno había tenido en todo momento el apoyo de la oposición del Partido Conservador. La segunda diferencia que estableció fue que «no hay proceso si la violencia no se deja atrás». A lo que añadió que «con pistolas y bombas no hay proceso de paz. Sólo lo hay con la palabra, el diálogo y dejando atrás la violencia, que es absolutamente intolerable en una sociedad democrática».

Como siguiente paso, Rodríguez Zapatero recogió de su discurso de febrero las que en su opinión deben ser las bases de un proceso. Entonces eran cinco y ahora son cuatro, porque la referida a la presencia electoral de la izquierda abertzale la ha dado ya por amortizada.

Los cuatro principios son que «todo ha de hacerse bajo el imperio de la Ley y del Estado de Derecho»; que «el diálogo sólo llegará cuando se abandone la violencia»; que debe darse «un gran acuerdo para la convivencia en Euskadi, para lo que el Partido Socialista está dispuesto a dialogar siempre que se ponga fin a la violencia»; y que reitera «toda su determinación por trabajar, aun con insultos, descalificaciones y mentiras, por lo que es mi deber, que es acabar con la violencia».

Este fue el mensaje sobre el proceso que José Luis Rodríguez Zapatero trajo a Euskal Herria. Después agradeció a los militantes del PSE que sean su estímulo para trabajar, y empezó a desgranar lo más atractivo de su programa electoral.

Vestido de presidente

José Luis Rodríguez Zapatero se presentó en Gasteiz vestido de presidente del Gobierno, con traje solemne, un detalle que se encargaron de resaltar funcionarios de la Moncloa. Se le achacaba que no hablaba de Euskal Herria y quiso darle trascendencia al momento.

Bermejo señala que Batasuna tiene derecho a pedir el voto

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, afirmó que Batasuna «tiene todo el derecho a pedir el voto para quien quiera» y aseguró que, tal y como señaló el Tribunal Constitucional, eso «no es prueba de nada». En este sentido, Bermejo recalcó que la actitud del Gobierno español hacia ANV ha sido «nítida».

GARA

muchos cargos

Hubo muchos candidatos y cargos públicos pero pocos ciudadanos de a pie. En realidad, el acto estaba pensado para los medios de comunicación y ni siquiera había sido publicitado para que pudiera acudir la ciudadanía.

«Será bienvenido cuando venga a dialogar y negociar»

Varias decenas de militantes de la izquierda abertzale se concentraron en las inmediaciones del acto de Zapatero -que se celebró en un polígono industrial lejos de las zonas de viviendas- para exigir que se respete la voluntad popular y protestar contra «el pucherazo electoral». Inmediatamente fueron rodeados por ertzainas, al tiempo que se movilizaban también los miembros de seguridad de Presidencia del Gobierno, los del PSOE y un sinfín de escoltas. La concentración comenzó treinta minutos antes del acto y se prolongó durante una hora con gritos de «PSOE-GAL, berdin da», «Alde hemendik» y «Errepresioa ez da bidea». En un momento tomó la palabra Hasier Arraiz, quien señaló que Zapatero «no es bienvenido a Euskal Herria porque llega para decir no a un proceso democrático en igualdad de condiciones». Añadió que la izquierda abertzale «dice sí a Euskal Herria, a un proceso de soluciones y a que la ciudadanía vasca pueda decidir su futuro». Destacó que cuando Zapatero venga a dialogar y negociar, «será bienvenido». Arraiz llamó a la sociedad a movilizarse en favor de la solución democrática y a incluir el voto del próximo 27 de mayo dentro de esa movilización general.

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