Diferentes portavoces del PSOE volvieron ayer a eludir reconocer que en los últimos años se han reunido en cerca de 25 ocasiones con representantes de Batasuna y se han comprometido a buscar una solución política al conflicto. Después de intentar anteayer negar credibili- dad a la noticia publicada por GARA, la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, cambió ayer de estrategia y trató de sacudirse las críticas del PP espetando a este partido que «cuando ellos gobernaban dijeron sí a las conversaciones de Suiza» con ETA.

En un mitin en Alcorcón (Madrid), la número dos del Ejecutivo de Zapatero resumió su posición con la siguiente frase: «Este gobierno quiere la paz, pero no a cualquier precio, y siempre con la ley en la mano». Y aseguró que para eso el PSOE «seguirá trabajando por la paz, con la ayuda de los españoles».

En referencia de nuevo al PP, De la Vega censuró que «siempre dice no». «Cuando ellos gobernaban dijeron sí a las conversaciones de Suiza, al acercamiento de presos y a la legalización del PCTV. Pero entonces se podía decir, porque gobernaban ellos», criticó.

El desmentido imposible

Paradójicamente, son algunos dirigentes del PSOE quienes intentan negar incluso que se hayan producido reuniones con la izquierda abertzale, pese a que esta cuestión ha sido reconocida públicamente en los últimos meses por sus propios interlocutores. Fue el caso del portavoz en el Congreso, Diego López Garrido, que habló de «supuestas, inexistentes conversaciones entre el PSOE y Batasuna».

Otros, como José Blanco, optaron por tratar de cuestionar el valor de la información de este medio, en la línea de lo dicho el viernes por Fernández de la Vega al indicar que para el Gobierno esa noticia «no existe».

El secretario de Organización del PSOE indicó en un acto electoral en Elche que «es vomitivo que el PP utilice el diario GARA como guía de campaña».

Mientras tanto, desde este partido se insistió en exigir explicaciones al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Su presidente, Mariano Rajoy, concluyó en Logroño que el PSOE «puso una vela a Dios y otra al diablo» al impulsar el pacto con el PP al mismo tiempo que autorizaba contactos con la izquierda abertzale para sondear la posibilidad de una resolución política del conflicto.

José Luis Rodríguez Zapatero estuvo ayer en las islas Canarias, donde no se refirió para nada a este tema. De hecho, no ha hablado de la cuestión vasca en toda la campaña electoral, a salvedad de las referencias hechas el pasado martes en un acto político en La Azucarera de Gasteiz.

Para Rajoy, lo que ocurre es que «Zapatero calla por estar avergonzado. No hay nada en la vida como no tener la conciencia tranquila. Nosotros sí podemos decirles a los españoles: `Somos de fiar y por eso vamos a ganar las elecciones'».