La Comisión Europea ha decidido incrementar las primas para para los agricultores que abandonen la producción de remolacha y aumentar las facilidades para la industria azucarera que esté dispuesta a renunciar a parte de su cuota.

Bruselas ha tomado esta medida al constatar que no se ha producido la reducción de producción de azúcar que esperaba el año pasado. La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, recordó que la reforma del mercado del azúcar preveía un recorte de la producción en la UE de 1,5 millones de toneladas en el primer año de aplicación -2006-07- y de tres millones en el segundo año.

«En realidad la renuncia total de cuota en los dos primeros años ha sido de 2,2 millones frente a los 4,5 millones que se esperaba», apuntó. «Este bajo descenso nos deja el reto de reducir la cuota entre 3,5 y 4 millones de toneladas» más, para evitar que al final la CE imponga una bajada obligatoria del cupo, añadió.

«Deseo animarles a que aprovechen esta oportunidad; después de 2010 ya no se dispondrá de medios financieros para ayudar a los productores que quieran abandonar», advirtió la comisaria. La UE tiene un cupo de 18 millones, pero excepcionalmente se redujo a 15,7 millones en la campaña 2006-2007. En marzo, Bruselas decidió reducir un 13,5% la cuota de azúcar para la campaña 2007-2008.

Fischer Boel explicó que un 10% de las ayudas para la reconversión irán a los agricultores y a los contratados por su maquinaria en la explotación. Actualmente puede variar ese porcentaje, con lo que se quiere evitar la incertidumbre sobre el porcentaje de dinero que recibirán de los planes de reconversión, ya que hasta ahora ha habido fricciones por ese motivo.

Medida retroactiva

Pero además se sumarán 237,5 euros para el agricultor por tonelada que se deje de obtener. Fischer Boel destacó el carácter retroactivo de esta medida para que no resulten penalizados aquellos remolacheros que ya han participado en planes de abandono en las campañas 2006-2007 y 2007-2008.

Añadió que, además de las exenciones del pago de canon, las industrias tendrán un incentivo por su «esfuerzo reestructurador» en caso de un corte obligatorio de la cuota. Las industrias azucareras que renuncien a parte de la cuota que les fue asignada para la campaña 2008-09 estén exentas del pago del canon de reestructuración correspondiente a la parte de la cuota que estuvo sujeta a una retirada preventiva durante la campaña 2007-08.

Los productores de remolacha podrán demandar renuncia de cuota de producción hasta el 10% de la cuota de las industrias. El recorte obligatorio de la cuota de producción en cada Estado miembro se determinará teniendo en cuenta el éxito de cada uno de ellos a la hora de seguir el esquema de reestructuración del sector.

Casi la mitad de los 27 miembros de la Unión Europea han respondido con reticencias a la presentación de la propuesta del Ejecutivo comunitario. La comisaria defendió el pasado lunes que este planteamiento supone «una oferta muy generosa» orientada al abandono voluntario para evitar medidas de reducción lineal de la producción, como ya se decretó a finales del año pasado, y que no han dado el resultado deseado.

En Euskal Herria, donde la producción de remolacha se concentra prácticamente en Araba, los agricultores advierten de que el mantenimiento del cultivo dependerá del precio que se pague a quienes se queden. José Luis Ocio, responsable del sector en UAGA, recuerda que el proyecto de Bruselas es aún un borrador, pero cree que sí que pueden conseguir recortar la mitad de la producción remolachera. «Por lo menos, el que se va, se va con dinero», afirma, pero advierte de que si al que mantiene el cultivo no se le garantiza un precio suficiente, la reducción va a ser mucho mayor del 50%. «Cada uno hará sus cuentas», afirma.

Cree que fomentar el abandono tendrá incidencia en el Estado francés y Alemania. Respecto a Araba, indica que «somos los más competitivos. Podemos aguantar los que mejor. Si se nos van aquí, cómo quedará el resto», se pregunta.

El precio, decisivo

«Al final si ponen precio para el que se va también deberán poner precio para el que se queda», insiste. «Si la industria quiere azúcar tiene que poner un precio digno. La industria parece que quiere seguir moliendo remolacha, pero tiene que ser a otro precio. Bruselas anima al abandono pero no dice que la industria no pueda pagar más», añade Ocio.

Respecto al posible cambio en el destino de la remolacha que se cultiva en Araba para dedicarla a la producción de biocombustibles (Ebro Puleva ya prevé esta actividad en Miranda), indica que también en ese caso dependerá del precio que se pague y cree que la industria transformadora pagará en función de la producción que le interese, azúcar o combustible. «Nosotros no podemos hacer remolacha perdiendo dinero. Tiene que ser un cultivo rentable», concluye.

Las organizaciones agrarias del Estado español COAG, ASAJA y UPA creen que la anterior reforma «fue mala al aprobarse» porque, en su opinión, «no es entendible que a un país deficitario se le obligue a abandonar más del 50% de la producción».

Por ello, apuestan por trabajar para conseguir llegar al 50% de la producción de remolacha y salvar el otro 50% a través de la opción de destinarse a cultivos energéticos y «así seguir cultivando». Reclaman, entre otros puntos, un precio garantizado de no menos de 40 euros por tonelada. «Las ayudas actuales son horribles y los precios ruinosos», aseguran.

La propuesta de Bruselas ha sido recibida con dudas por una docena de estados porque podría suponer una desventaja para las industrias más competitivas en detrimento de las que lo son menos o por oponerse a que los agricultores puedan pedir fondos directamente para abandonar la actividad.

Por ejemplo, el Estado español pidió «más tiempo para el ajuste». Antes cree necesario resolver cuáles serán los cultivos sustitutivos de la remolacha y da preferencia a las producciones para biocarburantes. El ministro francés de Agricultura, Dominique Busserau, llamó la atención de la Comisión sobre la necesidad de consolidar más la viabilidad de las empresas más competitivas.

Polonia rechazó totalmente la propuesta y dejó claro que ya se opuso a la reforma general acordada en diciembre de 2005, mientras que Letonia, Lituania y Eslovaquia manifestaron que no es la mejor forma de reestructurar el sector. Finlandia resaltó el peligro de que desaparezca totalmente su producción azucarera y Rumanía remarcó los esfuerzos ya realizados.

Italia consideró la propuesta positiva, aunque mostró su preocupación por la idea de primar especialmente al remolachero. Otros países con dudas fueron la República Checa, Dinamarca y Hungría.

Votación en setiembre

Frente a estas opiniones, la comisaria dijo que existen «muchas malinterpretaciones» y se dispuso a explicarse mejor de cara a la votación en el Consejo, prevista para el próximo mes de setiembre. Antes deberá pasar por el estudio de los representantes de cada estado en el Comité Especial de Agricultura y por el Parlamento Europeo.

Fischer Boel quiere convencer a los estados miembros de que la oferta es «muy atractiva para los agricultores que quieren abandonar la cuota de producción en la campaña 2008-2009». Bruselas quiere que pueda entrar en vigor en la próxima campaña (2008-2009) «para evitar perder otro año antes de que se alcance el equilibrio a largo plazo en el mercado».