Fede de los Ríos
No entiendo nada
Vivo en un sinvivir, como la Tere de Jesús, y lo que a mí me asombra, otros lo ven no mal sino normal. ¿A nadie le causa extrañeza la pasión por los ascensores que ha poseído a nuestra alcaldesa Barcina? Promete llenarnos Iruñea de tan útiles artefactos. Si en Gasteiz tienen rampas mecánicas, nosotros ascensores.
Los del CDN han puesto azafatas que se desplazan en segway, una especie de patinete eléctrico para hacer campaña.
En Bizkaia, una candidata del PSE ha sido elegida Mejor cuerpo Fitness First en el certamen de Miss Euskadi. Dice que la pasarela ayuda a la política. Azucena, que así se llama la socialista, quiere ser concejal de Cultura. Cultura, culturismo ¡qué más da! Lo importante es la participación de la mujer, si además es mona, presenta actos y reparte rosas tanto mejor.
En Bélgica han dado un paso más. La candidata Tania Dervaux promete 40.000 felaciones a sus votantes; de cunilingus no dice nada, de momento. El trabajo de la senadora se me antoja monótono y cansino, dice que lo realizará en 500 días a 80 sesiones de felaciones de 5 minutos. ¿Por qué no? La mayoría de políticos abren la boca para no decir nada.
Vuelve el Domund y el Tercer Mundo anda loco de alegría. Uxue Barkos ha prometido aumentar Iruñea en un barrio más, será una región del maltratado Mundo. No nos adelanta la afortunada región del planeta que recibirá su parte de presupuesto municipal. Ni si será elegido por sorteo o deberá presentar currículum de desdichas. Y sobre todo, ¿tendrá peña sanferminera? Y si la tiene, con el problema que hay de abonos, ¿qué parte de la plaza de toros ocupará? También promete aire y una ciudad trilingüe (sic).
Todos dicen que sus proyectos son «ilusionantes». Y uno que siempre luchó por acabar con la ilusión de un mundo que necesita de ilusiones, no entiende nada.
En marzo de 1908 150 mujeres fueron quemadas en una fábrica por pedir pan y rosas; en mayo de 2007, una socialista da rosas, no come pan y practica fitnnes. Por las mismas fechas, las organizaciones obreras apoyaban los movimientos anticolonialistas, ahora les mandamos cromos.
Me dice un amigo que no hay que ser testimonial, que lo importante es sacar a UPN del Gobierno. Defiende que debo votar a una candidatura que ha prometido dejar el Gobierno precisamente en manos de los que me han ilegalizado.
Decididamente, voy a ir al médico.