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Energia nuclear contra la mosca tse-tse, lo último para erradicar esta plaga africana

«Nagana». Así le llaman en el África subsahariana a la enfermedad que debilita y mata al ganado, transmitida por la mosca tse-tse. La FAO acaba de abrir en Etiopía una «fábrica» de moscas macho esterilizadas con radiaciones, y luego soltadas para no procrear.

Abdullah Khalfan, un ganadero que vende la leche de sus vacas en el mercado del centro histórico de Zanzíbar, paradisíaca isla de Tanzania, respira tranquilo desde hace una década. Hasta 1997, sus vacas apenas producían leche y todo por culpa de una mosca muy similar a la doméstica que aquí conocemos, pero que según algunos estudios causa unas pérdidas anuales en la agricultura del continente africano de unos 4.500 millones de dólares. Es la mosca tse-tse, a la que organizaciones como la FAO han declarado la «guerra nuclear». O mejor dicho, han echado mano de este tipo de energía para acabar con un insecto trasmisor de una grave enfermedad al ganado y que contagia al ser humano un parásito causante de la encefalitis letárgica, el tripanosoma, que acaba cada año con la vida de 100.000 africanos.

El éxito logrado en la isla tanzana ha llevado a programas similares en otros lugares. La Organización de la Unidad Africana puso en marcha en 2001 la campaña panafricana de erradicación de la mosca tse-tse y la tripanosomiasis, para crear zonas libres de la mosca tse-tse en tres regiones del África subsahariana: la franja productora de algodón del África Occidental, la zona valle del Rift al sur de Etiopía y Botswana.

Primera fábrica de moscas en Etiopía

En Etiopía es donde ha recalado el último programado impulsado por la FAO. Se trata de la llamada Técnica del Insecto Estéril y en ella participa la Organización Internacional de Energía Atómica.

¿Que qué pinta en todo esto? En la ciudad etíope de Kaliti trabaja desde hace poco el centro estatal para la cría e irradación de moscas tse-tse, el primero que se abre en África. Hasta ahora, las únicas instalaciones con la tecnología y los procedimientos para producir moscas estaba en Seibersdorf, Austria, donde se generaban una media de 70.000 machos estériles semanales durante la campaña acometida hace años en Zanzíbar.

El programa consiste en capturar moscas silvestres, que son utilizadas para cría. Después, la mayor parte de los ejemplares macho son esterilizados utilizando -y aquí entra en juego el uso de energía nuclear- dosis muy bajas de rayos gamma, procedentes de una fuente de Cobalto 60. Con posterioridad, se sueltan desde aviones en la zona que se quiere `fumigar', una vez a la semana durante 18 meses.

Estos machos estériles son los que van a competir con los fértiles por aparearse con las hembras. Con el tiempo, cada vez habrá menos huevos fecundados y la población de moscas se reducirá de forma gradual, de ahí que sea una excelente técnica en zonas con reducida población del insecto. En Zanzíbar, la campaña de erradicación se prolongó durante cuatro años y se liberaron casi ocho millones de machos estériles.

La aplicación de esta medida, junto a otros métodos de erradicación más tradicionales, como los insecticidas o las trampas, parece costosa si se toma en cuenta la pobreza del África subsahariana, las vastas superficies que tendrían que atenderse y, en consecuencia, el gran volumen necesario de moscas estériles. Pero, como recuerda la FAO, «el problema no es el costo de este enfoque integral de eliminación de la mosca, sino el costo de vivir con la mosca tse tse». El sistema de la mosca estéril durante un año exige una inversión equivalente al costo de aplicar métodos convencionales de dos a ocho años.

Un grave problema en África

El objetivo final del programa que se acomete en Etiopía es producir suficiente cantidad de ejemplares para poder tratar una superficie de 8.000 kilómetros cuadrados de tierras cultivables afectadas por la plaga. Estos insectos infestan alrededor de 200.000 kilómetros cuadrados en toda Etiopía y 24 millones de hectáreas en todo el Valle del Rift meridional.

Cerca de 40 países de todo el África subsahariana están afectados por la mosca tse-tse, de los que la mayoría están incluidos entre los más pobres del mundo.

«La mosca tse-tse es un insecto de la pobreza», afirma Jorge Hendrichs, experto de la FAO en la lucha contra insectos y plagas. Una variedad del parásito que hace enfermar al ser humano es la que afecta al ganado, debilitándolo. Las vacas abortan, la producción de leche disminuye de forma alarmante, los toros se vuelven estériles. Es, incluso, la causante de que los caballos no hayan podido sobrevivir en muchas zonas del continente africano.

La tripanosomiasis es una de las enfermedades más devastadoras del África subsahariana. Perjudica a unas 500.000 personas cada año, se cobra la vida de tres millones de cabezas animales anualmente y reduce la productividad de los ejemplares enfermos.

millones

de africanos están amenazados por la enfermedad del sueño, que es como también se conoce a la patología que causa la picadura de la tse-tse.

«¿Ustedes se llevan los insectos para luego liberarlos otra vez aquí?»

El programa que la FAO aplica en el África subsahariana para eliminar la mosca tse tse también tiene una parte de concienciación ciudadana, por decirlo de alguna manera. Es necesario que, sobre todo los ganaderos y las propias gentes de las zonas afectadas, entiendan lo que se hace. «La cooperación con los campesinos es otro aspecto crucial, ya que, por ejemplo, pueden preguntar: ¿ustedes se llevaron todas estas moscas y por qué ahora están liberando más insectos? Por eso es necesario explicar bien las cosas si se quiere contar con su apoyo», afirma Udo Feldamann, de la sección de control de plagas de insectos de la FAO.   J.V.

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