El cambio de gobierno en Nafarroa apareció como mensaje casi único en el acto central de la campaña de Nafarroa Bai, celebrado en un Pabellón Anaitasuna que se le quedó grande a la coalición (se ocupó algo menos de la mitad de la grada y unas 300 sillas en la pista). Patxi Zabaleta, cabeza de lista al Parlamento, se encargó de cerrar el mitin remarcando que apuestan por «un gobierno plural y progreso» en el que exigen tomar parte.

En un mensaje dirigido claramente al PSN, Zabaleta se mostró seguro de que en la noche del domingo próximo «habrá números para ello», y avisó de que no cabe barajar otras opciones como un apoyo externo a un gobierno de Fernando Puras. «Nuestra oferta es seria, no admite juegos de filibusterismo, queremos un gobierno plural y de progreso», precisó.

Zabaleta utilizó varias veces la expresión «cambio político», pero sólo en una de las seis intervenciones políticas producidas a lo largo de un acto de más de dos horas se escuchó una demanda clara en favor del cambio del actual estatus.

Fue Maiorga Ramírez, presidente de EA en Nafarroa y número 2 al Parlamento, quien abogó por «acabar con una transición hecha con ruido de sables, profundizar en la democracia, y tener la posibilidad de plantear todos los proyectos y que se puedan llevar a cabo».

Ramírez denunció que «tenemos un Amejoramiento nacido de la exclusión de los abertzales» y defendió que «aquellas constituciones y aquellos amejoramientos que constriñen la capacidad de decisión deben ser cambiados».

Estos mensajes contradicen a otros que se escucharon durante el mismo acto, como el lanzado por Milagros Rubio (Batzarre), que dio por bueno el actual estatus con el siguiente argumento: «Tras muchas votaciones hemos comprobado que hay mucha gente que desea a Navarra como comunidad diferenciada». Rubio sí abogó por que se respete a las minorías y se produzca «un diálogo entre el vasquismo y el navarrismo, sin fomentar la guerra de identidades». Su discurso fue uno de los más aplaudidos.

Hablaron también los líderes de PNV y Aralar en Nafarroa, José Angel Agirrebengoa y Txentxo Jiménez, y la candidata a la Alcaldía de Iruñea, Uxue Barkos. Destacaron las constantes apelaciones a la unidad, a las que puso colofón Zabaleta asegurando que si se logra «tenemos que empezar a prepararnos para ganarle a UPN; si no es en estas elecciones, en las siguientes. No nos vamos a conformar con ser la segunda fuerza. Es posible».

La «revolución dulce»

El acto fue introducido por el médico Koldo Martínez, que definió como la trayectoria de Nafarroa Bai como «revolución dulce» a partir de una anécdota: el mensaje que Zabaleta le hizo llegar en una tableta de turrón cuando ambos se encontraban presos en la cárcel de Iruñea.

Uxue Barkos se ganó la mayor parte de los aplausos y casi todos los elogios de los intervinientes por su labor en el Congreso de Madrid. Su discurso no ofreció novedades, más allá de denunciar el desalojo de los jóvenes okupas producido horas anes en Iruñea. Instó a los jóvenes a votar el domingo para acabar con la «dictadura municipal». Los llamamientos a no confiarse con las buenas previsiones de las encuestas y a perseverar en la búsqueda de más votos fueron otra de las constantes del mitin.

En el exterior, una quincena de personas se concentraron con pegatinas de ANV y en demanda de democracia, y aparecieron carteles que daban la vuelta irónicamente a los mensajes de la campaña de NaBai. Hasta allí llevaron también sus demandas miembros de EHE, que apuntaron que tuvieron rifirrafes con algunos asistentes, así como AHT Gelditu Elkarlana!