Suzuki, por medio de su piloto Chris Vermeulen sacó tajada del diluvio universal que cayó sobre el mítico circuito de Le Mans, en el Gran premio de Francia de Motociclismo. El australiano se mostró como el mejor «piloto anfibio» de entre los participantes y se hizo con el primer triunfo de su carrera en la categoría reina.

Por otro lado, el líder del mundial Casey Stoner logró agrandar la renta sobre sus rivales, después de finalizar tercero, tras su compatriota Vermeulen y Melandri. Sus más cercanos rivales en la clasificación, Pedrosa y Rossi, acabaron en cuarta y sexta plaza, respectivamente.

Se esperaba que lloviese una vez empezada la carrera de Moto GP y los pronósticos dieron en el clavo. La «procesión» de pilotos que, o bien pasaban por el pit lane a cambiar de moto -preparada con los reglajes para la carrera húmeda- o bien besaban el asfalto, fruto de la inestabilidad flagrante del piso.

Los continuos «bailes» que provocaba el asfalto hicieron que la cabeza de la prueba no se consolidase sino a falta de unas 16 vueltas, donde Vermeulen y Melandri, tras la salida de pista del otro Suzuki Hopkins, se escaparan irremisiblemente. En la parte trasera, Rossi y Pedrosa se desinflaban por momentos mientras que el actual campeón, Nicky Hayden, remontaba sin prisa pero sin pausa.

Según avanzaba la carrera el chaparrón dominical se fue transformando en diluvio universal. Así, un Vermeulen al que sólo le faltaba ponerse a croar, se escapaba de un Melandri que pagó con una cuota de más de caucho su habilidad para la predicción metereológica, puesto que se quedó sin neumáticos por apostar por una carrera húmeda en las primeras vueltas, mientras la pista estaba seca. Ese detalle dejaba el camino expedito al piloto de Oceanía.

Por detrás, Hayden salía volando a unas pocas vueltas mientras que Stoner se colaba en el tercer cajón, tirando de cerebro más que de moto, aumentando su renta en la clasificación de Moto GP.

Victorias de Lorenzo y Gadea

Las carreras de 250 y 125 centímetros cúbicos fueron más «convencionales», ya que se llevaron cabo con el asfalto seco. En ellas Jorge Lorenzo y Sergio Gadea lograron sendos triunfos.

Jorge Lorenzo, pese a una fisura en el dedo meñique de su pie izquierdo, logró su cuarto triunfo en cinco carreras, tras superar a Dovizioso y De Angelis en una carrera de poder a poder. El actual campeón mundial de 250 centímetros cúbicos sólo pudo ponerse en cabeza a falta de seis vueltas, después de haber vivido una mala salida y tener un susto al salirse en una curva y tocarse después con Dovizioso.

Por último, el «octavo de litro» estuvo protagonizado por la dura pelea por el primer puesto entre Mattia Pasini y Sergio Gadea que duró hasta que, a falta de tres vueltas, la moto de Pasini dijo kaput.

No obstante, Gadea tuvo que pelear en la última vuelta contra el líder Pesek, que obligó al piloto de Aprilia diese lo mejor de sí mismo para lograr su primer triunfo en la categoría. En tercer lugar acabó el joven piloto británico de 16 años, Bradley Smith, piloto de Honda.