Campeonato Manomanista de Segunda
Urberuaga y Galartza VI jugarán su final en Zornotza
Tras los dos últimos títulos de Iñigo Leitza y Asier Berasaluze, el próximo 1 de junio habrá campeón vizcaino de Segunda por tercer año consecutivo
Asier AIESTARAN | DONOSTIA
La gran final del Campeonato Manomanista de Segunda categoría que enfrentará el próximo 1 de junio a los vizcainos Galartza VI y Urberuaga se jugará en el frontón Amorebieta IV de Zornotza. De esta manera, la «otra final» del mano a mano volverá a tierras vizcainas dos años después de que Iñigo Leitza se proclamara campeón, ante el propio Xabier Galartza, en ese mismo escenario.
Y es que estos últimos años, el Manomanista de Segunda se ha convertido en coto privado de los pelotaris vizcainos. A la mencionada txapela lograda por Leitza en 2004, hay que sumarle la conseguida por el berriztarra Asier Berasaluze el año pasado en el Labrit, por lo que el campeón de este año será, por tercera vez consecutiva, nacido en ese herrialde.
Para encontrar otra final de plata jugada en tierras vizcainas hay que remontarse a 1998, cuando Oier Zearra se caló la txapela al imponerse por 22-6 a Mínguez en el frontón de Muskiz. Eran los años en los que las empresas Asegarce y Aspe llevaron a cabo sus campeonatos por separado, con título para Iñaki Esain en la otra rama.
Con anterioridad, y aunque hoy en día resulte más bien extraño, fue el frontón del Club Deportivo de Bilbo el que acogió las otras cuatro finales vizcainas de Segunda documentadas en los diferentes archivos. El más reciente data de 1994, cuando Santi ganaba por 22-10 a Carlos Armendariz, mientras que los otros tres se remontan ya a la década de los 50 y 60, probablemente, la edad de oro de la pelota en Bizkaia.
En 1958, García Ariño II se proclamó campeón de Segunda al ganar por 22-20 al ilustre Hilario Azkarate, que en los años posteriores se convertiría en el gran dominador de la modalidad, en el recinto bilbaino. Un año más tarde, en 1959, fue Arkaia el que se impuso a Elgea por 22-11 en el mismo escenario. Y, por último, Lejarazu se hizo con el título en 1960, imponiéndose en el Deportivo a Atano X «Atanillo», otro de los históricos, por 22-9.
Se trata de tiempos lejanos que se han visto renovados con el empuje de los jóvenes pelotaris que ha dado últimamente la cantera vizcaina. Aunque ni Urberuaga - a punto de cumplir los 26- ni Galartza VI -27 ya cumplidos- son unos recien llegados a profesionales, han sido capaces de neutralizar el empuje de los nuevos valores.