Los transistores echarán humo esta tarde. La temporada llega a su fin y todavía queda mucho por decidir, por arriba y por abajo, como demuestra el hecho de que la mayoría de nuestros equipos hayan tenido que acogerse al horario unificado (19.00). A las nueve de la noche se simultanearán dramas y alegrías.

Son minoría los equipos vascos que afrontan esta 38ª jornada con tranquilidad, bien porque han hecho sus deberes con antelación, bien porque ya no pueden hacerlos. Es el caso del Amurrio, matemáticamente descendido hace semanas.

Sanse y Lemona también partirán hoy con la única motivación de despedir la campaña con un triunfo, después de que el fin de semana pasado perdieran sus últimas opciones de meterse en el play-off. La situación idónea es la del Eibar: las matemáticas le dieron la clasificación hace dos semanas y el título de campeón el pasado domingo.

De ahí para abajo empieza el tomate, con tres equipos vascos metidos en la pelea, junto a Burgos y Palencia. Burgos y Real Unión -ambos ya clasificados- se juegan la segunda plaza del grupo, que les permitiría disputar en casa el partido de vuelta de, como mínimo, la primera eliminatoria del play-off. Los de Gonzalo Arkonada tienen todas las de ganar, ya que aventajan al Real Unión en un punto y, además, afrontan un cómodo encuentro en Logroño.

La escuadra guipuzcoana, por contra, podría caer hasta la cuarta plaza. Recibe a un Palencia obligadísimo a ganar. Si los castellanos se imponen, se llevarán también la tercera plaza, dejando cuarto al Real Unión. Lamentablemente, en ese caso poco importará que Sestao River -empatado a 62 puntos con el Palencia, tres menos que los irundarras, y con golaverage a favor- también gane: empataría a 65 puntos con Palencia y Real Unión y sería el peor parado de esa particular liguilla.

El triple empate con el Barakaldo -si River y Palencia empatan y los de Liceranzu ganan- dejaría a los dos vizcainos fuera del play-off. En caso de empates «simples» los resultados varia-rían de un caso a otro: entre River y Palencia, se clasifica el River; entre River y Barakaldo, lo hace el Barakaldo; y entre Barakaldo y Palencia, los castellanos.

En resumen, Eibar y Real Unión están clasificados; el Sestao lo conseguirá si saca más puntos que el Palencia o si firma el mismo resultado que el Palencia, siempre y cuando no resulte un triple empate, del que siempre saldría mal parado; y el Barakaldo necesita ganar, que caiga el Palencia y que el River no pase del empate. Radio y calculadora, por tanto.

Al Bilbao Athletic, por su parte, le tocará sufrir hasta el último suspiro, al separarle sólo dos puntos del Valladolid B, que ahora mismo ocupa el puesto de promoción por el descenso.

Si el filial rojiblanco empata o pierde tendrá que esperar a ver lo que hace su homónimo pucelano ante un Alfaro que también se juega el descenso, porque en caso de empate a puntos se vería superado en la tabla por el cuadro del otrora habilidoso Onésimo Sánchez, con mejor golaverage.

Similar situación vive en el grupo III Osasuna B, empatado a puntos con el Saint Andreu -en promoción- y con dos más que Valencia y Eldense -en descenso directo-.

Teniendo en cuenta que todos los empates a puntos le favorecen, sólo corre peligro si empata o pierde en casa ante el Benidorm. En el primer caso, disputará la promoción por el descenso si el Saint Andreu puntúa en Villajoyosa. Si pierde necesitará, además, que ni Valencia ni Eldense ganen, porque en ese caso caería a descenso directo.