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La crítica de Bilbao a jugadores del Athletic, clarificadora de la práctica de su partido

Cabía pensar que el diputado general de Bizkaia y candidato a ese mismo cargo, José Luis Bilbao, al leer en prensa sus declaraciones acerca de los jugadores del Athletic que firmaron junto con otras muchas personas referentes de la sociedad vasca un manifiesto por medio de cual abogaban por unas elecciones democráticas y por el respeto a la voluntad popular, pensara que no debía haberlas hecho. Pero no ha sido así, toda vez que ayer en una cadena de radio redondeó lo dicho la víspera en un mitin en Santurtzi criticando, además, el juego de los futbolistas, no se sabe muy bien si de todos o solamente el de los firmantes del manifiesto. En cualquier caso, esas palabras tienen la virtud de acercar el discurso de Bilbao y a la práctica de su partido. Con su explicación resulta más sencillo comprender la facilidad con que el PNV denuncia la Ley de Partidos española y al mismo tiempo la aplica con gran diligencia; se entiende mejor cómo en la precampaña electoral critica el hecho de negar el derecho al voto libre de un amplio sector de la sociedad vasca y al cierre de la campaña presenta a esos sectores que no pueden concurrir a las elecciones en libertad como el principal enemigo a batir.

El PNV tradicionalmente ha realizado sus campañas electorales acompañado por, entre otras personas, jugadores, ex jugadores y directivos de distintos clubes deportivos, legítimamente, por supuesto, y José Luis Bilbao, político, diputado general de Bizkaia, candidato a la reelección, no ha dudado en hacer declaraciones públicas en torno al Athletic cuando lo ha creído conveniente, lo cual, sea acertado o no, es su derecho. Sin embargo, tampoco duda en descalificar «absolutamente» a ciertos jugadores de ese club por demandar no el voto a una opción determinada, sino unas elecciones en las que todos los ciudadanos puedan elegir a quien quieran y puedan ser elegidos si obtienen los votos suficientes. Lo mismo que él puede opinar acerca de cualquier cuestión referente al Athletic o a otra entidad, y de hecho ha opinado, el resto de los ciudadanos tienen el mismo derecho... a no ser que los jugadores del Athletic sean una excepción y precisen el permiso del diputado general.

Las palabras de Bilbao resultan clarificadoras porque son el espejo de una forma restrictiva, cerrada, excluyente, de entender la política; una forma de entender el ejercicio de los derechos civiles y políticos que no concuerda con el discurso del lehendakari Ibarretxe en pos de la participación de todos los ciudadanos. Detrás de esos comentarios subyace toda una filosofía según la cual incomoda la diversidad de proyectos pero no molestan las restricciones de derechos a quienes no son partidarios del proyecto de uno. Una actitud que no encaja bien con la búsqueda de ese escenario democrático y respetuoso de todos los derechos que es tan necesario.

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