Julia Pagegi Bilbao Pareja del preso político vasco Eduardo Plagaro
Eva Forest
En esta tarde lluviosa de Euskal Herria, los colores del arco iris nos llegan desde Hondarribia y cubren el cielo con tu presencia, Eva. Las gotas y las lágrimas se funden en diferentes colores y emociones dentro de nuestros corazones. Necesitamos sentir el latido de tu energía, el morado de esa humanidad tuya tan cercana y ese verde de la esperanza que nos transmiten las personas como tú, esa esperanza que es ejemplo vivo de tu pasado, tu presente, toda tu vida comprometida en la defensa de los derechos humanos porque sólo un pueblo que camina tiene derecho a la esperanza.
Y nos dedicaste mucho, mucho corazón, al pueblo vasco; también llegaste a muchos otros pueblos, a muchas personas que hoy lloramos porque te necesitamos oír de esa voz dulce, Evita, la fuerza de tu generosidad, tú haciéndonos partícipes de que un mundo mejor es posible, ilusionándonos contigo porque todo a tu alrededor se iluminaba con esa joven valentía que seguías honrando a tus 79 años, con ese no tener miedo a decir la verdad, asumiendo las consecuencias que conlleva la denuncia de las injusticias, conociendo la tortura, la cárcel, el exilio político...
Hoy nos toca decirte, Eva, en esta lucha que es la vida donde hemos tenido el privilegio de encontrarte, que seguiremos con la ilusión y el valor que tú nos has transmitido en la búsqueda de ese mundo mejor que nos has mostrado con tu gran coherencia y dignidad. Y un día volveremos a ir abrazadas, como aquella noche para no resbalarnos en el hielo, cuando despacito nos dirigíamos a participar en la «Soirée de todos los pueblos que luchan por su liberación». Beti jarraituko duzu bizirik gure bilhotzetan. Maite zaitut, Eva.