El comité de empresa del hospital de Santiago de Gasteiz denunció ayer la situación de «enfermedad» del centro sanitario debido a las políticas de Osakidetza y de las diferentes direcciones del hospital.

En opinión del comité los equipos directivos han tenido una actitud «obstruccionista» ante las propuestas de mejora y «economicista» en cuanto a la asistencia sanitaria.

Así, los representantes de los trabajadores aseguraron que las promesas de la gerencia en el año 2005 sólo se han concretado en obras de reforma destinadas a la imagen externa del centro «mientras en las unidades de enfermería se trabaja con materiales de hace treinta años».

En cuanto a la política de personal, calificaron su situación de «auténtica penuria asistencial por la escasez de plantillas y el efecto perverso de la precariedad en la contratación». El comité advirtió de que esta situación deriva en una «desmotivación alarmante», «fuga de profesionales a otros centros», absentismo laboral y enfrentamientos entre compañeros.

«Corrupción y fraude»

Para los sindicatos, deben aprovecharse los recursos disponibles. Así, propusieron utilizar los quirófanos por las tardes, con lo que podría acabarse con listas de espera, la autoconcertación u horas extraordinarias y la derivación a la medicina privada de pacientes de la sanidad pública.

Por ello, invitaron al presidente del PNV, Josu Jon Imaz a que «tire de la manta» y observe «cómo se están llenando los bolsillos privados a costa de generar listas de espera en la sanidad pública, lo que calificaron de «corrupción y fraude».

Por todo ello, calificaron la situación del hospital como de crisis y exigieron a Osakidetza que asuma el control del centro, cese al equipo directivo y ofrezca soluciones a los problemas generados por «su propia política sanitaria liberal y economicista».

Entre las consecuencias de la precariedad de medios destacaron «el riesgo patente de infecciones por el deficiente sistema de desinfección de bacinetas» y la gestión de residuos de vidrio potencialmente contaminado que «se almacena en la vía pública».

Igualmente, reclamaron la puesta en marcha del proyecto de lavandería, el aumento de plantilla en urgencias y delimitar las funciones de los diferentes grupos profesionales.

El comité también recordó la necesidad de negociar anualmente el convenio colectivo, ya que actualmente se aplica el del año 2000, «lo que demuestra el talante poco negociador de la dirección del centro», así como de reconocer el derecho a acogerse al contrato de relevo.