El último arrebato de José Luis Bilbao en contra de los jugadores del Athletic revela que tiene una obsesión. Ha sido un chico del Partido desde los veinte años y como durante su juventud no ha podido meter un gol, ha aprovechado «sus elecciones» ¿democráticas? para intentar amedrentarles. Parece que sueña con ser el director deportivo y dirigir el club acompañado por su amigo Azkuna en el banquillo. En vez de ayudar en los momentos difíciles, les acusa de ser millonarios y de no saber jugar a fútbol por haber apoyado un manifiesto que exige respeto a la voluntad de Euskal Herria. Él mismo se deja en evidencia. Mientras algunos jugadores del Athletic se mojan ante lo que consideran injusto, él y sus correligionarios aceptan el poder impuesto. Está muy equivocado. Nos hacen falta más futbolistas como los que critica para sacar este país adelante y, cómo no, también al Athletic. No tengo ni la menor duda de que mañana se dejarán la piel en el campo y ganarán el partido. Porque pueden, lo han demostrado, y sienten este pueblo y al Athletic. Ellos son de Primera, ¿en qué categoría juegan Bilbao y los dirigentes de su Partido?