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PSOE y PP miden fuerzas en unas locales «primarias» a pocos meses de las elecciones generales

El partido de gobierno en el Estado español y la oposición miden sus fuerzas hoy en las elecciones locales y a los parlamentos de las llamadas Comunidades Autonómicas de vía lenta. Las encuestas auguran escasos cambios, dato relevante a falta de nueve meses para las generales y en plenos rumores de un adelanto electoral a otoño.

Dabid LAZKANOITURBURU

El PSOE y el PP se enfrentan en las urnas por primera vez en el conjunto del Estado español desde la victoria el 14 de marzo de 2004 -tres días después de los atentados del 11-M- del socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero sobre su rival y sucesor del ex presidente José María Aznar, Mariano Rajoy. Una victoria que el PP sigue sin reconocer mientras buena parte de sus medios afines insisten todavía y de modo patético en airear la totalmente desechada teoría de la conspiración en torno a los sangrientos ataques a los trenes de cercanías de Madrid.

Las elecciones locales y autonómicas en las 13 comunidades de vía lenta y en las «plazas africanas» de Ceuta y Melilla se celebran cada cuatro años el último domingo de mayo. Desde 1983 se ha repetido la circunstancia de que el partido que obtiene el mayor número de votos en los comicios municipales vence en las siguientes elecciones generales.

Esta regla de oro confiere un carácter de primarias a estos comicios. Carácter afianzado desde que el compás de espera entre las municipales y las generales se redujo a un año. Fue Felipe González quien, tras la victoria del PP en las locales de 1995, decidió adelantar los comicios generales en un año y convocarlos en 1996, elecciones que abrieron a Aznar las puertas de La Moncloa.

El calendario electoral español otorga pues una importante impronta a la jornada electoral de hoy, en la que ambos partidos medirán fuerzas y tras la que apuntalarán estrategias antes de su nuevo enfrentamiento, este sí, definitivo, en las elecciones parlamentarias previstas el año próximo. Eso si no se confirman los rumores acerca de que el PSOE barajaría la posibilidad de un adelanto electoral al próximo otoño en función de los resultados que obtenga.

Unos resultados que, en todo caso y a tenor de las encuestas publicadas al inicio de la campaña, auguran escasos cambios en el mapa electoral con respecto a las elecciones de 2003, en los que el PSOE obtuvo 100.000 escasos votos municipales más que el PP.

Un PP fuerte en las capitales

En el ámbito local, y en espera del cómputo total de votos y de su eventual extrapolación, las encuestas auguran la repetición de un mapa en el que el PP lograría la primacía electoral en gran parte de las capitales provinciales, frente a un PSOE que compensa esa circunstancia arrancando el voto en pueblos y ciudades de tamaño medio.

Según los sondeos, el PP mantendrá e incluso apuntalará sus feudos absolutos de la capital española -el actual alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, reforzaría así su posición en el seno del partido- y en Valencia, donde el «efecto Alborch» -en referencia a la candidata del PSOE y ex ministra Carmen Alborch- casi no lograría ni siquiera arañar la sombra de la actual alcaldesa, Rita Barberá.

El candidato socialdemócrata a la Alcaldía de Madrid, el antiguo asesor de Zapatero en temas económicos Miguel Sebastián, sumaría así su fracaso al que los sondeos auguran para otras apuestas personales de Zapatero, como la de la ciudad de León -su «patria chica»- y la de Valladolid, donde el PP acariciaría incluso la mayoría absoluta.

El presidente español podrá, a buen seguro, congratularse de la repetición del tripartit en la capital de catalana, Barcelona, donde las encuestas describen a un CiU en alza frente a un PP en caída libre.

Las encuestas destacan, asimismo, que el PSOE afianza su primer puesto e incluso roza la mayoría absoluta en Sevilla, única capital andaluza en sus manos -la otra que no está gobernada por el PP, Córdoba, está en manos de IU-, pero lo hace a costa de la debacle del Partido Andalucista.

Volviendo a la «periferia», y por lo que toca a Galicia, los sondeos certifican que la sucursal del PSOE, el PSdG, afianza su mayoría absoluta en A Coruña, y eso que por primera vez no se presenta Francisco Vázquez, un político con un perfil propio -como mínimo equidistante entre su formación y el PP en muchas materias- y actualmente embajador español en el Vaticano.

Más por cuestiones de negociación política que por pura aritmética electoral, el PSdG podría arrebatar Vigo al PP y recuperar el poder en coalición con el BNG. «Socialistas» y nacionalistas rompieron seis meses después de las locales de 2003 su pacto y entregaron el bastón municipal a la derechista Corina Porro, quien incrementaría en 7 puntos la intención de voto para su partido, insuficiente no obstante para lograr la mayoría absoluta que precisa un PP huérfano de posibles socios de coalición.

Como colofón de este somero análisis de las expectativas en las municipales de hoy, destaca el dato de que el PP lograría la mayoría absoluta en Marbella, convirtiéndose en heredero del GIL en plena resaca de la operación Malaya contra la corrupción rampante y cantante en esta ciudad malagueña. Toda una paradoja tras una campaña en la que el PSOE y sus medios afines han hecho bandera de la lucha anticorrupción y contra la selva de hormigón y dinero negro en la que los partidos de poder -el PP, el PSOE y otros mucho más cercanos geográficamente- han convertido al solar peninsular.

Autonómicas, pero a medias

Las elecciones autonómicas presentan un perfil mucho menos decisivo, habida cuenta de que sólo está llamada a votar aproximadamente la mitad del censo (19 millones). La CAV, la populosa Catalunya y Galicia han renovado recientemente sus parlamentos y Andalucía, el territorio con mayor población del Estado español, lo hará en 2008.

Con estas tres últimas en manos del PSOE -en Andalucía logró la mayoría absoluta y en Catalunya y Galicia pudo conformar coaliciones para desterrar al PP-, la derecha cuenta con todas las posibilidades de revalidar sus actuales mayorías absolutas en los parlamentos autonómicos del País Valencià, Castilla y León, Murcia y La Rioja. Siguiendo a su vez la tendencia -todo un símbolo- de la capital del Estado, las encuestas auguran que la presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, lograría una mayoría absoluta holgada, condenando al ostracismo a un PSOE que pudo gobernar en coalición con IU en 2003 de no ser que dos tránsfugas, Eduardo Tamayo y María Teresa Saéz, no hubieran dejado a sus compañeros socialdemócratas compuestos y sin posibilidad de casar a la novia en el último minuto, en plena sesión de investidura. Este escándalo forzó nuevos comicios un mes después en los que el PP arrasó y se hizo con el poder, a lo que se ve por mucho tiempo.

Los sondeos auguran que el PSOE mantendrá sus mayorías absolutas en sus feudos de Extremadura y Castilla-La Mancha, bastiones históricos que logró retener incluso en su desastre autonómico de 1995. Esta reválida cobra renovado valor, habida cuenta de que por primera vez no se presentan sus «eternos» presidentes y barones del partido, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono.

ejecutivos en juego

En Baleares el PP corre riesgo de perder el poder. Jaume Matas, que en 2003 consiguió acabar con los cuatro años del Pacto de Progreso recuperando para el PP su tradicional bastión balear, podría quedar apeado del Govern pese a que las encuestas le otorgan tres puntos más. La debacle de sus socios de Unió Mallorquina y, sobre todo, el incremento en las expectativas del PSOE y de sus potenciales socios del Bloc, que se perfilan como determinantes, condenaría al PP a ver que se repite en estas islas mediterráneas el ejemplo, a la inversa, de Cantabria, donde pese a seguir siendo la opción más votada, volvería a quedar fuera del Gobierno por la entente PSOE-Partido Regionalista de Cantabria.

Frente a las ocho comunidades donde, al margen de componendas postelectorales, el PP seguiría siendo la fuerza más votada (ocho de un total de 17, no se olvide), los sondeos apuntan a que el PSOE continuaría con la progresión que inició en 1999 tras la debacle sufrida cuatro años antes.

Así, los socialdemócratas revalidarían su primacía, recuperada aquel año, en Asturias -donde gobiernan en coalición con IU- y se afianzarían aún más en una cómoda primera posición en Aragón, en sus manos ya en la pasada legislatura. Esta vez podrían apuntalar aún más su primer puesto, permitiéndose incluso el lujo de elegir y, por tanto, desechar, a uno de sus dos actuales socios locales, la Chunta Aragonesista o el PAR, formación regionalista. Siempre, eso sí, a expensas de los pactos que precise el ex ministro de Justicia e Interior del PSOE, Alberto Belloch, quien a buen seguro repetirá como alcalde de Zaragoza.

En paralelo, y terminando con las islas africanas de Canarias, los sondeos apuntan a un vuelco a favor del PSOE, liderado por el ministro saliente de Justicia, Juan Fernando López Aguilar -tan aficionado él a inventar pruebas donde no las hay contra los prisioneros políticos vascos-. Los sondeos auguran que el saliente ministro de Justicia podría arrebatar el primer puesto a Coalición Canaria (CC), relegada a un segundo e incluso a un tercer puesto tras el PP.

Cuestión esta última no baladí, habida cuenta de la tensión entre la tradición de CC de pactar con el partido en el Gobierno en la península y sus opciones de seguir liderando el poder con el apoyo del PP.

Finalmente, y por lo que toca a Ceuta y Melilla, ambas «plazas africanas» ocupadas seguirán gobernadas por mayoría absoluta por el PP, aunque se prevé que formaciones como Coalición por Melilla, liderada por el ex presidente Mustafá Aberchán, o la coalición Unión Democrática Ceutí-IU, aglutinen el voto de la comunidad musulmana en ambas ciudades tras una campaña salpicada de denuncias de irregularidades, sobre todo en Melilla.

100.000 votos más

El PSOE venció por escasos 100.000 votos al PP en el cómputo total de votos de las municipales de 2003.

La batalla por movilizar el voto

Un dato a tener en cuenta será la abstención, que en 2003 superó el 32%. El PP se muestra seguro de su capacidad movilizadora -logró más de nueve millones y medio de votos en las generales de 2004 -. Por contra, el PSOE espera que declaraciones como las de Aznar -quien equiparó la situación actual con los meses previos al golpe militar franquista del 36- movilicen a parte de aquel electorado que castigó las mentiras del PP en torno al 11-M acudiendo masivamente a las urnas -superó la franja de los 11 millones de votos.

Signo de la importancia que otorgan a estos comicios, Zapatero y Rajoy han participado con especial intensidad en la campaña, compareciendo en mítines casi diariamente -hasta catorce, en el caso del presidente español- .

El líder del PP ha multiplicado sus ataques contra Zapatero, en un intento de capitalizar el parón y la difícil situación del proceso en torno a una solución democrática para Euskal Herria, llamando una y otra vez a votar contra el PSOE «para defender la libertad y por la derrota de ETA».

Por contra, Zapatero y los dirigentes del PSOE han tratado de poner el acento en los buenos datos macroeconómicos y han prometido luchar contra la corrupción urbanística galopante y fomentar el alquiler social. GARA

 

13 CC.AA.

En los comicios de hoy se renovarán tan solo los parlamentos de las 13 autonomías «de vía lenta»

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