EEUU, valedor tardío de las víctimas de Darfur
La masacre cometida, ya por consentimiento ya por impulso directo de Jartum, en la región de Darfur, ha sido ignorada durante largos meses por las grandes potencias mundiales, más ocupadas en defender sus muchos intereses en la extracción de petróleo en Sudán.
En estos momentos, se mantienen abiertas dos vías de intervención en la zona, una impulsada por la OUA y secundada por la UE, y otra de corte humanitario, a cargo de la ONU. Son los primeros esfuerzos serios en buscar solución a una crisis olvidada. Y ahora que se abre ese camino, con inexcusable retraso, la Administración de EEUU anuncia sanciones económicas contra Sudán. ¿El Gobierno de George Bush, que siembra la muerte en Afganistán e Irak, se convierte en abanderado de la causa humanitaria en Darfur? En realidad, EEUU abre con las sanciones -fórmula de dudosa eficacia y que suele empeorar la situación de la población civil- una vía expeditiva, al margen de la diplomacia internacional, y alentada por motivos geoestratégicos como los derivados de la fuerte incursión de China (principal comprador del petróleo sudanés) en el continente africano. Una curiosidad, entre los 10 países africanos que acapararon la tarta de la «ayuda internacional» a Africa (G-8, OCDE...) figuran regímenes petroleros como Nigeria y Sudán.