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Helen Groome Geógrafa

Disonancias e incapacidades

¿Cuántos partidos pueden decir con honradez que han gastado los mismos recursos en actuar sobre el cambio climático y en ganar escaños en las recientes elecciones?

Aparte de lo que se puede pensar en general del sistema electoral y la democracia que nos ha tocado vivir, a una semana del Día Internacional del Medio Ambiente y de los actos y propaganda que en torno a él emanarán de diversas instituciones, merece la pena pedir una reflexión a la clase política sobre los fallos de nuestro «sistema democrático» con el medio ambiente que nos rodea y que, solemos olvidar, nos sustenta.

La clase política revela una enorme incapacidad para poner sobre la mesa los problemas ambientales para, entre todos los grupos con aspiraciones al poder, analizarlos y solucionarlos. Superando el partidismo y los eternos periodos electorales.

La mayor parte de la clase política me gritará ¡Kioto! como ejemplo de esfuerzos multipartidistas para lograr soluciones ambientales. Precioso, pero sabemos cómo se está descafeinando Kioto con el mercado de gases del efecto invernadero, cómo se está incumpliendo Kioto con el desarrollismo (infraestructuras, consumismo...) y que ni se da la oportunidad a los países del Sur de evitar llegar a nuestra situación desastrosa, ya que les trasladamos convenientemente las actividades económicas de rigor. Que no me griten Kioto como si con eso hubieran ganado un puñado de votos. Hay mucha palabrería política, especialmente en momentos electorales.

¿Qué se está haciendo en el País Vasco? ¿Cuántos partidos pueden decir con honradez que han gastado los mismos recursos de dinero y tiempo en reflexionar y actuar sobre el cambio climático que en ganar escaños en las recientes elecciones? ¿Cuántos pueden decir que conocen en profundidad las causas de la erosión en nuestros montes o la pérdida de nuestra biodiversidad, el balance energético de cada municipio o provincia a que sus miembros representarán, las tendencias de nuestras precipitaciones, el número de nuestros humedales y su importancia para la continuidad de las redes tróficas...? ¿Alguno ha analizado la disonancia entre determinados sistemas económicos y los recursos finitos de nuestro Planeta y planteará incluir el tema en el siguiente embiste electoral?

Si en la agenda de las personas en el poder prima quedarse en el poder mediante la venta del desarrollismo económico nunca habrá sitio para cuestiones como el medio ambiente, porque no encajan en el calendario electoral. ¿Quién en el poder va a incluir en su agenda electoral reducir la movilidad, minimizar los monocultivos, disminuir los productos químicos que invaden nuestras vidas, prohibir nuevas viviendas para veraneo, tasar materiales como el plástico para evitar su derroche...? Nadie y, sin embargo, la intuición y la realidad dicen que hay que abordar estas cosas y con urgencia. Que este 5 de junio sea el Día Internacional en que la clase política reconoce que no aborda adecuadamente los problemas ambien- tales de Euskal Herria.

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