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ESCALADA Macizo del Mont Blanc

Transferencia del mixto moderno a rutas alpinas

Los eslovenos Marko Lukic y Andrej Grmovsek firman la segunda en libre de la ruta «Gabarrou-Silvy» (950m, WI6, M8) de las Aiguilles Sans Nom (macizo del Mont Blanc).

Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA

La apuesta del mixto moderno en las paredes alpinas es una realidad. La evolución tecnológica de los «cacharros» (léase, piolets y crampones) y el cambio de mentalidad impulsado por el mixto deportivo ha generado desde hace unos cuantos años una línea vanguardista. Transferir el mixto moderno a las paredes alpinas ha revolucionado el look de la tradición de la dificultad técnica, y cada vez son más los que apuestan por esta tendencia que, a su vez, crea un interesante debate. Sí, el que encierra las llamadas liberaciones del grado M. Pero, bueno, esto lo dejaremos para otra ocasión.

En ésta presentamos una escalada de mixto moderno en la Direttisima de la Gabarrou-Silvy en la cara noroeste de las Aiguilles Sans Nom (3.982 m, macizo del Mont Blanc). O, lo que es lo mismo, la segunda en libre, grado mixto (M), de la ruta francesa realizada por la cordada eslovena compuesta por Marko Lukic y Andrej Grmovsek.

Ambos alpinistas son hoy en día dos de los talentos eslovenos de la escalada en roca y particularmente de las rutas alpinas de dificultad. La verdad sea dicha, los dos escaladores son «nuevos» en esto del mixto de dificultad, y es que, tal y como informa a Gara el propio Grmovsek, hace cuatro años empezaron a darle al mixto deportivo: «Tanto Marko como yo miramos a la evolución del mixto deportivo con respeto y, al mismo tiempo, con escepticismo. Lo probamos hace cuatro años y nos pareció muy interesante y también muy idóneo para nuestra puesta en forma. En los últimos años hemos escalado algunas de las rutas más `duras' de mixto deportivo de Europa. Marko se ha hecho con Tsunami (M12), Vertical limit (M12), No limit (M12+) y Big bang (M12). Yo, en cambio, con La vida es bella (M11), Tension (M12+) y Game over (M13-). Algunos de estos mixtos modernos nos parecieron demasiado sobrecotados en términos de dificultad. Asimismo, llegamos a la conclusión de que hay una muy lenta transferencia del mixto deportivo en las grandes rutas alpinas. Nosotros decidimos intentarlo por nuestra parte, y para ello elegimos la Gabarrou-Silvy. La elegimos por coincidencia, pero, al mismo tiempo, porque la anterior propuesta de liberación de la ruta hablaba de M9; es decir, un grado duro para una pared alpina. En definitiva, la vía nos ha parecido bonita, buena y relativamente dura».

Vía de las más deseadas

La Gabarrou-Silvy de las Aiguilles Sans Nom es una ruta de 950 metros que se alarga hacia el lado derecho de la cara Nant Blanc de la Aiguille Verte. Fue escalada entre el 5 y el 7 de agosto de 1978 por Patrick Gabarrou y Phillippe Silvy. Comienza directamente en la vertical de la cima de la montaña con 300 metros de duro contrafuerte, le sigue una sección a 50º en hielo, más tarde se empina a 60º-65º con dirección al headwall, a la salsa de la vía. Y es que se escalan verticales canales heladas y terreno mixto duro que lleva a la salida que se encuentra justo a la izquierda de la cima.

Para los que han ascendido esta ruta -digámoslo- en el estilo tradicional, se trata de una de la líneas más finas y variadas del macizo. En el transcurso de las repeticiones, las graduaciones se asentaron y quedaron en ED2/3, con tramos en roca de 6b y A1 en las excelentes fisuras y diedros de la parte más baja del contrafuerte, y con una escalada en hielo de WI6 y una sección de artificial en el headwall.

En años recientes, vías tales como la Gabarrou-Silvy no pudieron ser escaladas en verano ni en los inviernos más secos. Además, el calor del principio del verano hacía impracticable la escalada en el headwall. Debido a las dificultades técnicas de la base, principalmente en roca, costó mucho que se firmara la primera invernal de la vía, convirtiéndose en la mitad de los 90 en una de las joyas más deseadas del macizo del Mont Blanc. Finalmente, llegó la primera invernal de la mano de Marko Prezelj y Thierry Schmitter el 8 y 9 de febrero de 1998. Lo bueno de esta ascensión es que los protagonistas no fueron conscientes de que se embolsaron la primera invernal.

Para entonces, la técnica en hielo y mixto había progresado, pero todavía la sección más dura del headwall se seguía escalando en artificial. En los últimos años, la mentalidad ha cambiado y algunas cordadas se atrevieron a poner en práctica esta técnica del mixto moderno en las vías de esta cara, concretamente en la ruta a la que estamos haciendo referencia.

En dos intentos

La vía pintaba bien para los eslovenos. El reto: escalar la Gabarrou-Silvy en libre (grado mixto). El primer intento, el realizado en febrero, no fructificó. Según adelanta Gromvsek, no les salió nada bien: «Tuvimos problemas con la aclimatación y además sólo contábamos con 7 horas de luz para los primeros 300 metros verticales. Mucha historia: problemas estomacales, más 9 horas al volante tras una semana laboral estresante, más una corta noche en Chamonix, más el hecho de que empezamos a escalar al mediodía, más la altura... Mal, mal, mal... ¡nosotros rapelamos! El siguiente intento, a mediados de marzo, fue muy diferente -continúa-. Salimos de Grands Montents al amanecer para poder escalar la vía en libre. Durante el día y medio de actividad no tuvimos grandes problemas. A pesar de todo, sufrimos mucho por el frío, por el fuerte viento, la nieve y la nula visibilidad en el descenso. En total fueron 15 horas de actividad entre el 17 y 18 de marzo. No tenemos ninguna duda en calificar como una excelente ruta, con duro dry tooling en perfecta roca en los primeros 300 metros, le siguen otros 300 metros de hielo y otro tanto de buen mixto en la parte alta de la vía. Es del todo recomendable y esperamos que otras cordadas lo intenten como nosotros. Y es que los largos son perfectos, con roca de una calidad muy buena, se puede autoproteger sin ningún problema y con dificultades físicas modestas en términos de mixto deportivo. Con el paso del tiempo y en pocos años (o probablemente en décadas), creemos que se convertirá en una verdadera clásica. Para ello es necesario que un público más amplio descubra qué y cómo es posible escalar con piolets en los duros tramos de rocas en las vías alpinas».

De esta forma, llegaba, tras la de J. Mercier, la segunda ascensión en libre de la Gabarrou-Silvy. Los protagonistas de esta actividad han señalado que no encontraron un croquis fidedigno y, por ello, presentan su propuesta: «en nuestra modesta opinión proponemos M8».

Los eslovenos Lukic y Grmovsek han graduado la vía de VI en compromiso, M8 en mixto y WI6 en hielo. Como adelantábamos, la anterior lectura en términos de dificultad técnica era de ED2/3, WI6, 6b, A1. Según el croquis de la cordada, hay que superar nueve largos para llegar al vivac, justo en la parte superior del contrafuerte. Según los protagonistas de esta escalada, la tirada clave es la tercera, un largo diedro catalogado de M8. También quieren incidir en el séptimo largo de M8- y un contrafuerte muy mantenido de M7. Finalmente, los alpinistas se hicieron con un par de tiradas en el headwall que serían de M7.

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