La cantante portuguesa Dulce Pontes resume los 145 minutos de su último disco, «El corazón tiene tres puertas», en un espectáculo en directo donde se recoge el universo musical de los sonidos tradicionales de su país, y con el que recorrerá varias ciudades durante este verano, entre ellas Donostia, el próximo día 11.

Considerada la voz del nuevo fado portugués, este espectáculo se torna para ella en algo especial, ya que traslada al directo un disco «elaborado en un periodo intenso y delicado» de su vida.

Promete «un repertorio cambiante», ya que «lo ideal en el directo es dejar una posibilidad a la improvisación» y, de esa forma, «huir del aburrimiento y plantear un desafío continuo desde el punto de vista interpretativo».

«El corazón tiene tres puertas» es un doble trabajo compuesto por un disco en directo, grabado durante su gira de 2004 y que aborda el fado y la música tradicional portuguesa, y un segundo álbum, que es una aproximación a la música medieval donde se aprovecha la acústica de la iglesia de Santa María de Obidos y del convento de Cristo de Tomar.

Con él, confiesa ella misma, intenta «desterrar la idea de que la música portuguesa es sólo la tristeza y melancolía del fado» e incluir en el espectro musical de su país «la alegría de las melodías del folclore y una visión propia de la música medieval».