Vuelven a encadenarse en el centro de Iruñea a favor de los gaztetxes
Dos jóvenes se encadenaron a un bidón de hormigón ayer hacia las 20.00 en el cruce de San Lorenzo, en el acceso al centro de Iruñea por la Avenida de Gipuzkoa. Otro grupo de jóvenes disfrazados les acompañaba reivindicando gaztetxes y la libertad de Xabier Errea. La Policía Municipal y la Policía española acudieron al lugar. La iniciativa Iruñerria Piztera Goaz! sigue adelante tres semanas después.
Jasone MITXELTORENA |
Dos jóvenes se encadenaron a un bidón de hormigón anoche en Iruñea a modo de protesta para reivindicar gaztetxes y la libertad de Xabier Errea. El nuevo acto de protesta tuvo lugar ante la iglesia de San Lorenzo, en el mismo cruce de entrada a Alde Zaharra. Otro grupo de jóvenes, que había dado la vuelta al barrio en un pasacalles con disfraces y reivindicaciones a favor de los gaztetxes, llegó al lugar y desplegó una pancarta por la libertad de Errea, encarcelado a consecuencia del desalojo y derribo del gaztetxe Euskal Jai en 2004.
Poco después llegaron los agentes municipales para regular el tráfico e identificaron a los encadenados. Y más tarde acudió al lugar la Policía española, procediendo a desalojar la vía arrastrando a los que se hallaban sentados alrededor de los encadenados y expulsando a los jóvenes a porrazos.
«¿Dónde estabáis?»
Mientras tanto, los alrededores se llenaron de curiosos. Un vecino de edad avanzada preguntaba a los policías «dónde estabáis cuando vinieron los fascistas de Madrid en autobuses a manifestarse». Desde las aceras se escucharon numerosas protestas por el trato dirigido al grupo sentado junto al bidón.
Los furgones policiales rodearon finalmente el bidón, y a las órdenes del jefe de la Policía Municipal de Iruñea, Simón Santamaría, lo colocaron junto con los dos jóvenes amarrados en una especie de moqueta. Los agentes la trasladaron hasta la cercana Plaza de Recoletas. Allí continuaban retenidos a última hora de la noche, cuando llegaron los bomberos para soltarles.
Ante el desorden que causó la misma protesta llevada a cabo en la cuesta de Labrit, los agentes resolvieron trasladar el bidón junto con los dos jóvenes hasta la anexa Plaza de Recoletas. Evitaron los maltratos, ante la multitud de curiosos que les observaban.
Tal y como vienen haciendo en sus intervenciones de las últimas semanas, los agentes trataron de evitar imágenes de lo que allí sucedía. Varias personas fueron identificadas por grabar con el móvil, y llegaron a requisar alguno.