El Ejército libanés reanudó ayer los bombardeos contra posiciones de la organización Fatah al Islam en el campamento de refugiados palestino de Nahr al Bared, cerca de la ciudad de Trípoli, mientras aumenta la presencia militar en sus alrededores, según fuentes policiales.

El nuevo ataque se produjo tras una noche de combates intermitentes y tras un ataque de francotiradores de Fatah al Islam contra posiciones militares en el perímetro de la población, explicaron las fuentes.

Varios canales libaneses de televisión mostraron imágenes del campo de refugiados en las que se escuchaban explosiones y se observaban columnas de humo entre los edificios. Fuentes militares auguran una entrada inminente en Nahr al Bared y aseguraron que «los bombardeos están siendo selectivos para evitar alcanzar a civiles».

El Gobierno de Fuad Siniora insistió en que los milicianos de este grupo islamista tienen que rendirse al Ejército y entregarse a las autoridades para ser juzgados por la muerte de 35 soldados en los enfrentamientos que comenzaron el 20 de mayo.

Los combatientes, que podrían ser entre 400 y 500, han asegurado que lucharán hasta «la última gota de sangre» y han acusado a «terceras partes» de haber causado esta situación para servir a ciertos objetivos, que no han especificado.

La mayoría de los 40.000 habitantes del campo han buscado refugio en el cercano campamento de Badawi y en otras localidades.

Sin embargo, el Gobierno acusa al grupo de mantener retenidos dentro del campo a entre 3.000 y 8.000 palestinos como rehenes para impedir un asalto de las fuerzas de seguridad.

Fracaso

Por su parte, Mustafa Alush, del grupo Corriente de Futuro, que cuenta con el mayor número de parlamentarios en la Cámara libanesa, manifestó al canal qatarí Al Jazeera, que el «Ejército parece que ha decidido terminar con la resistencia de este grupo después de que todos los esfuerzos para mediar hayan fracasado», información que no pudo ser confirmada.

Cubiertos por disparos de artillería, decenas de tanques y vehículos blindados del Ejército libanés se apostaban a primeras horas de la mañana de ayer en el exterior del campamento de refugiados palestinos Nahr al-Bared para iniciar la nueva ofensiva, aunque se desconocía si la intención de las tropas era la de asaltar el refugio de los milicianos de Fatah al Islam, ya que reiteraron su decisión de «eliminar» al grupo radical suní.

El Ejército tiene prohibido entrar en tanto en Nahr al-Bared como en el resto de campamentos de refugiados en virtud de un acuerdo suscrito entre el Ejecutivo libanés y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Sin embargo, las tropas libanesas cuentan con el apoyo de la OLP, según indicó ayer a la cadena qatarí Al Jazeera el responsable de esta organización, Abbas Zaki.

«Se ha tomado una decisión para realizar una entrada estudiada al campo de refugiados [de Nahr al Bared] asegurándose de que los civiles no resultan heridos, para aniquilar a esta banda dentro del campo», señaló Zaki. El responsable de la OLP afirmó que su organización apoya al Ejército libanés en su lucha contra Fatah al Islam, incluso si ése decide asaltar el campamento.

Respaldo «político»

Sin embargo, fuentes de la oficina de la OLP, matizaron que el apoyo de la OLP al Ejército era «político», incluso en caso de que se decida entrar en el campo. La misma fuente agregó que la OLP se abstendrá de ofrecer ayuda logística para evitar posibles enfrentamientos entre diferentes grupos palestinos.

Fatah al Islam es una escisión del grupo palestino Al Fatah, la organización más importante dentro de la OLP y desde hace dos semanas se enfrenta a las tropas del Ejército libanés en el campo de refugiados.

Según la cadena qatarí, el Gobierno de Fuad Siniora ha dado «luz verde» al Ejército para entrar en ciertas áreas dentro del campamento, donde los milicianos se han hecho fuertes y se esconden entre los civiles.

Al parecer, las tropas libanesas entraron ayer en una zona del norte del campamento, conocida como Al Tamir, mientras se reanudaban los combates entre ambas partes después de que francotiradores de Fatah al Islam dispararan contra varios puestos militares situados en el perímetro exterior de Nahr al Bared, según fuentes policiales.

Al cierre de esta edición, el balance de estos enfrentamientos entre el Ejército libanés y Fatah al Islam ascendía a 14 personas muertas, de los que dos eran soldados libaneses.