La población de la «imaginaria» localidad de Alzania, industrializada, es «roja», una excepción en la Navarra rural y conservadora. Allí es enviado Miguel (Unax Ugalde), un sacerdote joven, recién regresado de Roma, donde ha cursado brillantemente sus estudios de Teología, con especial dedicación a los temas sociales, siguiendo la doctrina marcada por la encíclica «Rerum Novarum». El obispo ha considerado que era el párroco más apropiado para una localidad «rebelde». La primera misa de Miguel coincide con la sublevación. La mayoría de los hombres de Alzania huyen en dirección a Eibar, para armarse y luchar en defensa de la República. En el pueblo, que rápidamente cae en manos de los sublevados, la represión es tremenda. A lo largo de tres años, Miguel será testigo de las atrocidades que los partidarios de la Santa Cruzada cometen en nombre del Evangelio (etimológicamente, «la buena nueva») y vive en un mar de contradicciones. Sólo la presencia de la maestra, Margari (Barbara Goenaga), cuyo marido ha sido fusilado por los falangistas, consigue aliviar la angustia de Miguel.

Esta es la sinopsis de la historia que, producida por Lamia, Helena Taberna, directora de filmes como «Yoyes» o «Extranjeras», se propone contar en «La buena nueva». Está parcialmente basada en el testimonio de un tío de Taberna, el sacerdote de Altsasu Marino Ayerra, cuya obra «No me avergoncé del Evangelio» es bien conocida, al menos entre quienes se han interesado por conservar la memoria histórica.

Además de Alex Ugalde -que acaba de concluir el rodaje de la adaptación al cine de la novela de Gabriel García Márquez «El amor en los tiempos del cólera»- y Barbara Goenaga, el reparto está integrado por actores muy conocidos, como Guillermo Toledo, en el papel del médico del pueblo, Gorka Aginagalde, en el de carlista, o Joseba Apaolaza, en el de obispo. Los espectadores tendrán ocasión de toparse, en papeles menores, con otras muchas caras conocidas, como la de Klara Badiola, Iñake Irastorza, Patxi Barco, «Loquillo» -que interpreta a un jefe de escuadra falangista- e incluso Jabier Muguruza.

Así como el rodaje tuvo lugar ayer en el Museo del Ferrocarril de Azpeitia, convertido en estación de Alzania, el equipo de Taberna rodará próximamente en Ezkio-Itsaso y Hernani. Ya lo ha hecho en Leitza -que la semana pasada revivió un desfile falangista-, Aldatz y Lekunberri. En total serán siete semanas de rodaje. Helena Taberna espera estar en condiciones de estrenar «La buena nueva», que contará con una banda sonora compuesta por Ángel Illarramendi, en primavera del año que viene.