Rusia amenaza con volver a apuntar con sus misiles hacia el oeste europeo
Una semana después del éxito de su nuevo misil balístico, y en vísperas de la cumbre del G8, el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, amenazó con volver a apuntar con sus misiles el oeste europeo si EEUU sigue con su plan de escudo antimisiles en Polonia y República Checa.
GARA |
«Es evidente. Si parte del potencial nuclear estratégico de EEUU está en Europa y, según nuestros expertos, representa una amenaza, tendremos que adoptar medidas de respuesta», respondió el presidente ruso, Vladimir Putin, en una reunión con corresponsales extranjeros de países del G7 en Moscú.
«¿Qué medidas? (...) Por supuesto, tienen que aparecer nuevos objetivos (para nuestros misiles) en Europa», concretó.
Putin elevó así el tono de sus amenazas contra el escudo antimisiles de EEUU en la República Checa y Polonia en vísperas de su visita a la cumbre del G8.
El inquilino del Kremlin no quiso concretar si los misiles que volverían a apuntar hacia el oeste europeo serían balísticos o de crucero. Recordó, eso sí, que Rusia está perfeccionando su sistema nuclear estratégico, como quedó en evidencia la semana pasada con la prueba de un misil intercontinental capaz de portar varias ojivas.
Sin caer en el error de la URSS
Tras señalar que, con su escudo antimisiles, EEUU pretende «impedir un mayor acercamiento entre Rusia y la UE», Putin advirtió de que Rusia no volverá a dejarse involucrar en una carrera de armamentos, uno de los factores de la caída de la URSS. «Aprendimos la lección (...) Responderemos de manera efectiva con un sistema mucho más barato. Es lo que se llama respuesta asimétrica», añadió.
La Casa Blanca deploró estas declaraciones de Putin, asegurando que «no recomponen» unas relaciones bilaterales cada vez más tensas.
Por su parte, Downing Street señaló que «Rusia deberá decidir qué tipo de relaciones quiere mantener con Occidente» e insistió en la tesis de EEUU de que el escudo antimisiles tendría como objetivo la defensa frente a ataques de Irán.
Teherán recordó que no tiene ni de lejos misiles capaces de llegar no ya a EEUU sino incluso a suelo europeo.
Horas antes de la llegada prevista del presidente de EEUU, George W. Bush, a Praga, cientos de manifestantes pacifistas y de izquierda se concentraron frente a la embajada de EEUU en la capital checa, protegida por la Policía, exigiendo un referéndum sobre el plan estadounidense en su suelo y al grito de «!Bush al basurero!».
El inquilino del Kremlin se mostró a favor de alargar la duración de los mandatos presidenciales en Rusia, lo que resucita el suspense sobre sus eventuales intenciones de volver a presentarse en marzo.
Putin opinó que cuatro años de duración es poco tiempo y abogó por extenderlos incluso hasta siete, provocando la reapertura del debate sobre la revisión constitucional consiguiente.
Una revisión que, por qué no, podría incluir una modificación para permitir que Putin aspire a un tercer mandato, esta vez además más largo. Por de pronto, tanto la ultraderecha de Zirinovski como la «izquierda» pro-Kremlin de Mironov han pedido acelerar la revisión constitucional.
Mientras tanto, opositores denunciaron crecientes interrogatorios por parte de la Policía rusa. Los interpelados ayer habrían sido Lev Ponomarev, dirigente de la ONG rusa por los derechos humanos y Marina Litvinovitch, colaboradora del ex campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov.
Coinciendo con la presentación del disidente soviético Vladimir Bukovski como candidato a liderar la oposición liberal en Rusia, varios de sus colaboradores han sido interrogados y sus viviendas registradas.
La misma OTAN que apoyó de una manera totalmente acrítica el escudo antimisiles en la frontera con Rusia, tildó de «inoportunas» e «inútiles» las declaraciones de Putin.
