Charles Taylor desafía al tribunal al no comparecer y despedir a su abogado
El ex presidente liberiano Charles Taylor desafió ayer al Tribunal Especial para Sierra Leona, ante el que debe responder por acusaciones de crímenes de guerra y lesa humanidad, al no comparecer y despedir a su abogado. En una carta, calificó de «farsa injusta» el proceso.
GARA |
El tan esperado juicio contra el ex presidente liberiano Charles Taylor ante el Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL) el primer líder africano juzgado por un tribunal internacional, comenzó ayer en La Haya con la ausencia del procesado, quien se negó a comparecer con el argumento de que no iba a recibir «un juicio justo».
Taylor, de 59 años y que deberá responder a acusaciones por crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad cometidos durante la guerra civil sierraleonense -por los que podría ser condenado a cadena perpetua- retiró su confianza al abogado designado por el TESL.
Al comienzo del juicio, su abogado, Karim Khan, leyó una carta en la que éste denunció el proceso, que calificó de «farsa injusta para mí, el pueblo de Liberia y el de Sierra Leona» y en la que anunciaba el despido del letrado. Khan abandonó la sala tras leer la misiva, desoyendo las órdenes de la presidenta de la Corte, Julia Sebutinde, para que representara a Taylor en su ausencia.
Once cargos
El fiscal del TESL, el estadounidense Stephen Rapp, repitió los once cargos de los que está acusado el ex presidente, entre ellos «asesinato», mutilaciones, esclavitud, violencia sexual y utilización de niños soldado durante la guerra civil de Sierra Leona (1991-2002). Aunque las acusaciones se refieren sólo a hechos ocurridos en Sierra Leona entre noviembre de 1996 y enero de 2002, insistió en la necesidad de recordar los sucesos posteriores y aquéllos que tuvieron lugar en Liberia, al considerar que están relacionados y con el fin de demostrar mejor el sufrimiento de los civiles.
Rapp describió lo que calificó como «un plan común» diseñado para ganar y preservar el poder político y el control físico del territorio de Sierra Leona, en particular las zonas ricas en minas, con el objeto de explotar sus recursos naturales, en concreto los diamantes.
El fiscal mantuvo que Taylor encontró un aliado en el Frente Unido Revolucionario (RUF) sierraleonés, al que proporcionó entrenamiento militar, armas, munición, consejos estratégicos y tácticos, apoyo financiero y equipos de comunicación.
El plan, según Rapp, incluía derrocar al Gobierno de Sierra Leona e instalar un Ejecutivo dispuesto a apoyar los intereses y objetivos de Taylor, para lo que éste y sus aliados iniciaron una campaña de terror contra la población de Sierra Leona que no terminó hasta que abandonó el poder en 2003.
En una carta leída por su abogado, Charles Taylor consideró «injusto» disponer de un solo letrado para su defensa mientras que la Fiscalía cuenta con un equipo de nueve, lo que le impedirá, en su opinión, tener «un juicio justo».
La vista se reanudará el 25 de junio con los testimonios de 139 testigos -incluidos niños soldado- y de once expertos, que se centrarán en las circunstancias históricas en las que se cometieron los crímenes.