GARA > Idatzia > Mundua

Arranca la cumbre climática del G8 con previsión de tormenta política

Salvar el clima es el principal objetivo de la cumbre del G8 y la canciller alemana y anfitriona, Angela Merkel, está convencida de que se va a dar un paso importante, pero la previsión para la atmósfera política en Heiligendamm es poco alentadora debido a la actitud de EEUU.

Ingo NIEBEL |

Actualmente se está descargando un tormenta política entre la Cancillería Federal y la Casa Blanca sobre si la cumbre del G8 ha de definir objetivos concretos para la protección del clima global o no. Hasta ahora, EEUU ha rechazado rotundamente esa idea. «Las negociaciones se están desarrollando de forma difícil» hacen saber los denominados círculos cercanos al Gobierno alemán. La canciller, Angela Merkel, quiere que la cumbre marque las pautas para poder tratar el asunto en la cumbre de la ONU de diciembre. Al parecer, se quiere ofrecer un compromiso a EEUU para que la potencia mundial acepte la continuación del protocolo de Kyoto más allá de 2012.

El ministro alemán de Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, opina que «hay que subir la presión en la olla hasta Heiligendamm». No se refiere a las múltiples protestas contra la cumbre, sino a las demandas que desde EEUU varias instituciones están dirigiendo al Gobierno de George W. Bush.

Según Gabriel, la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha dejado ver que hay estadounidenses que aceptan el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de CO2 hasta 2050, respecto al nivel emitido en 1990. Un acorralado Bush ha realizado su propia propuesta climática, proponiendo negociaciones -al margen de la ONU- con los 15 estados que más contaminan. Su oferta no soluciona el enfrentamiento con Merkel, más bien lo profundiza.

Del otro lado de la valla, que ha convertido Heiligendamm en zona extraterritorial, se oyen demandas concretas. Según la Federación de Medio Ambiente y Protección de la Naturaleza (BUND), Germanwatch y Attac Alemania, los miembros del G8 deberían comprometerse a reducir un 30% sus emisiones de CO2 hasta 2020 y un 80% hasta 2050.

El director de BUND, Gerhard Timm, recordó que el mundo no puede esperar hasta las elecciones presidenciales en EEUU, sino que «necesitamos ahora la política correcta». Klaus Milke, presidente de Germanwatch matizó: «De cara a la siguiente cumbre climática de la ONU en Bali, los jefes de Gobierno del G8 se enfrentan a la pregunta de si los estados más influyentes del mundo quieren asegurarse el privilegio de las emisiones dañinas o si están dispuestos a mantener negociaciones serias». Un acuerdo serio sería para él uno cuyos objetivos limitaran el calentamiento del clima a dos grados. Milke puntualizó que las negociaciones tendrían que concluir antes de 2009 para que dicho acuerdo entrara en vigor en 2012 y ser así la continuación del protocolo de Kyoto.

El portavoz de Attac Alemania, Sven Giegold, denunció la «hipocresía» de la canciller alemana. A nivel internacional, el Gobierno alemán interpreta un papel positivo, piensa el activista antiglobalizador, pero pone en peligro su credibilidad a causa de la política climática en el propio país. Achacó a Merkel que justamente los denominados «mercados libres», que la cristianodemócrata suele defender, son parte del problema climático y no su solución. «Quien está pensando en construir 28 centrales de energía a base de carbón, es un hipócrita climático y no un ejemplo», opina Giegold. Cree que la hipocresía del Gobierno se debe a sus lazos con las cuatro grandes empresas energéticas del país que son E.On, Vattenfall, EnBW y RWE.

reducción

La Federación de Medio Ambiente y Protección de la Naturaleza, Germanwatch y Atacc Alemania afirman que los miembros del G8 deberían reducir sus emisiones de CO2 en un 30% hasta 2020 y en un 80% hasta 2050.

insuficiente

Las tres organizaciones consideran que los ocho estados más poderosos del planeta deberían acordar un programa concreto, pero añaden que «es mejor no conseguir ningún documento sobre el clima que uno que sea insuficiente».

Separación

«La política climática necesita una separación entre economía y Estado. Hay que romper las empresas energéticas y desenredarlas», manifiesta el portavoz de Attac Alemania, Sven Giegold.

Los manifestantes reclaman en Rostock igualdad para refugiados y demandantes de asilo

Los manifestantes que participan en las protestas contra la cumbre del G8, que ayer entraron en su tercera jornada, reclamaron en Rostock «libertad global de movimiento e igualdad de derechos para todos», incluidos refugiados y personas que solicitan asilo. Además, los activistas apelaron judicialmente a la prohibición de manifestarse cerca de la localidad de Heiligendamm. Los enfrentamientos del fin de semana se reprodujeron ayer aunque con mucha menos intensidad. Fuentes policiales señalaron que unos 400 manifestantes lanzaron botellas a los agentes y cuatro de ellos fueron detenidos por llevar pasamontañas.

Los organizadores de las protestas indicaron que 20 de los 520 manifestantes heridos durante el fin de semana están graves y añadieron que más de 165 fueron detenidos de manera provisional.

De hecho, diez de los arrestados durante los incidentes de la madrugada del domingo permanecerán en prisión como mínimo hasta el viernes, cuando finaliza la cumbre, según un portavoz policial. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo