En la pasada Volta a Catalunya, Imanol Erviti saboreó las mieles del podio. El ciclista navarro del Caisse d'Epargne fue líder durante dos días, y vio recompensadas así tres temporadas en las que ha respondido a las exigencias de José Miguel Etxebarri y Eusebio Unzue. De hecho renovó el año pasado por dos temporadas, 2007 y 2008, con opción a una tercera. Pese a su juventud, 23 años, es un ciclista ya maduro y hecho, que sabe cuál es su sitio en el pelotón.

Erviti llega a la Euskal Bizikleta «bastante bien, aunque un poco saturado de las últimas carreras». Su alivio es que «enseguida los que no vamos al Tour tendremos un descanso y apuramos los últimos coletazos».

Llega tras el buen sabor de boca de la Volta. «Estoy contento, fue todo muy bonito. La verdad es que el equipo hizo una contrarreloj por equipos redonda. Cualquier otro también se lo merecía y me tocó a mí, y disfruté», confiesa.

El navarro, de 23 años, completa su tercer año. Se le ve ya un corredor asentado, hecho. «He progresado y he avanzado. Estoy contento. Y cumplo con lo que me piden».

«A día de hoy estoy contento porque soy útil para el equipo y no es poco hoy en día, me siento valorado. Personalmente, intentaré llegar hasta donde se pueda. Siento que avanzo y me da confianza y tranquilidad».

A partir de ahora le toca descansar para llegar lo más fresco posible a la Vuelta, se segunda carrera de tres semanas, después de disputar el Giro el año pasado. «No hago ni Suiza ni Dauphiné pero sí la crono por equipos de Eindhoven y seguramente el Campeonato de España, quizá la contrarreloj también. Hay que descansar para llegar bien a la Vuelta».