tenis Roland Garros
Federer demuestra que es de hielo y Nadal, de granito
El suizo y el mallorquín se verán las caras en la final tras deshacerse de Davydenko y Djokovic de distinta manera. El primero ganó merced a su frialdad en los tantos decisivos; el segundo, tras arrollar al serbio
Aritz SORZABAL | DONOSTIA
«La diferencia ha estado en que he jugado mejor los puntos claves». Roger Federer resumió así lo acontecido sobre la pista central de Roland Garros, donde se deshizo de Nikolay Davydenko en tres horas de juego. Y es que en la primera semifinal del torneo parisino volvió a quedar patente la sangre fría del suizo, que ganó los puntos decisivos sin que le temblara la raqueta.
El partido fue tremendamente igualado, merced a la gran actuación del ruso, pero el número uno demostró que en esta clase de choques también sabe hacer valer su condición. No cedió ningún set ante Davydenko, al que derrotó por 7-5, 7-6 y 7-6, y fue capaz de sacar adelante un complicado primer set y dos tie-breaks. En el último, sacó a relucir su carácter de hielo. Davydenko tuvo su tercera bola de set, pero el campeón helvético salió del apuro y se hizo con el partido tras realizar tres tantos consecutivos. Antes, gracias a un ace con su segundo servicio, había salido de otra situación difícil en ese mismo tie-break.
Con su victoria, Federer jugará su octava final consecutiva de Grand Slam, algo que nadie había conseguido hasta ahora.
Como casi siempre que se ha medido contra Davydenko, el suizo tuvo que resolver el partido a base de empujones, ante el monolítico juego de su rival. Esta vez fueron tres: el primer empujón, cuando estuvo desbordado en el primer set y el ruso dispuso de tres oportunidades para marcar el 5-2; el segundo, en el segundo parcial, cuando a Davydenko le faltaron dos puntos para hacerse con este set; y el tercero, en el último set, cuando el tenista de origen ucraniano desperdició una ventaja de 5-2, y luego dos bolas de set, con saque y 5-4, y otra más en el desempate final.
Federer está ahora, como el año pasado, a sólo una victoria de lograr el único título de Grand Slam que le falta. Lleva ya 27 triunfos seguidos, e inicia de paso la consecución del cuarteto mágico de torneos, después de hacerse en enero con el Abierto de Australia.
La semifinal más joven
El rival de Federer en la final será Rafa Nadal, que pasó por en cima del serbio Novak Djokovic, al que derrotó en tres sets (7-5, 6-4 y 6-2) en dos horas y media de juego. El mallorquín sacó a relucir su látigo y, pese a que el balcánico trató de apretar la contienda cada vez que parecía estar deshauciado, pudo pasar a la final sin pasar apuros.
Cabe remarcar que este choque, que se disputó después del Federer-Davydenko, ha sido la semifinal más joven desde la protagonizada en 1974 por Borg y Salomon.
El balear se clasificó por tercer año consecutivo para luchar por el título de Roland Garros, donde por segunda vez seguida tendrá a Federer como rival. En realidad, la final será el octavo enfrentamiento entre Federer y Nadal, con 7-4 para el mallorquín, que viene de perder la última, en el Masters Series de Hamburgo recientemente, donde el suizo se vengó de la derrota una semana antes en Montecarlo y donde cortó la racha de 81 victorias consecutivas en tierra de Nadal.
Éste le ha ganado al helvético en las dos ocasiones en las que se han enfrentado en París, en las semifinales de 2005 y la final de 2006.
En vísperas de que llegue la final masculina, Justine Henin y Ana Ivanovic protagonizarán hoy (15.00, La 2) la femenina. La valona saltará a la pista a por su cuarto título y el tercero seguido, algo que sólo ha podido hacer hasta ahora Monica Seles.
La valona Justine Henin, principal favorita de Roland Garros, saltará hoy (15.00, La 2) a la pista central para pelear por su cuarto título en París contra la revelación del torneo, la serbia Ana Ivanovic.
El récord de seles Henin, la más sólida de las tenistas durante la quincena parisiense, puede convertirse en la primera mujer que encadena tres títulos consecutivos desde que lo hiciera la yugoslava Monica Seles a principios de la década de 1990.