NBA
Los Spurs anulan a James y consiguen el primer punto de la final
GARA | SAN ANTONIO
Los que habían establecido el debut del alero LeBron James en unas finales de la NBA como el momento de su consagración, al más puro estilo del legendario Michael Jordan, sufrieron la mayor decepción, al menos en el primer partido.
James no sólo no pudo evitar la derrota de los Cavaliers de Cleveland ante los Spurs de San Antonio, sino que además dio una pobre imagen tanto en su juego individual como de conjunto.
Mientras, los Spurs confirmaron que son los grandes favoritos para conseguir el cuarto título de Liga desde 1999, y, aunque no brillaron en su juego, hicieron lo suficiente para ganar con comodidad por 85-76 a los Cavaliers, que disputan las primeras finales en los 37 años de historia.
Los encargados de dirigir las acciones en el ataque de los Spurs volvieron a ser el trío formado por Tim Duncan, el base francés Tony Parker y el escolta argentino Manu Ginóbili, entre ellos se combinaron para 67 puntos, mientras que el alero Bruce Bowen dio una lección de cómo se debe defender al jugador estrella.
Bruce, una de las claves
La mezcla de estos factores hizo que el primer partido de las finales no generase ningún tipo de emoción ni tampoco vaya a pasar a la historia, aunque sí los fallos y la inconsistencia de James, que concluyó la primera parte sin anotar una sola canasta.
«Me siento contento de que no pudiera ser el protagonista ni tampoco consiguiera 48 puntos como hizo ante los Pistons de Detroit», declaró Bowen, el jugador que anuló a James. «Hemos ganado un partido, pero queda mucha serie», añadió.
Los Spurs no sólo le negaron a James la posibilidad de tirar cómodo a canasta, falló 12 de 16 intentos, sino que tampoco lo hicieron el resto de los jugadores de los Cavaliers, que se vieron dominados en todos los aspectos, incluido el rebote.
El equipo de San Antonio logró 43 rebotes por 32 de los Cavaliers y como siempre la figura de Duncan fue la que sobresalió en el papel de jugador completo y líder del equipo.
Duncan aporto 24 puntos, 13 rebotes, cinco tapones y dos recuperaciones de balón, mientras que Parker logró 27 tantos y Ginóbili firmó 16 anotaciones, incluidos 11 en el cuarto periodo.
"Nos faltó acierto en la primera parte, pero en la segunda hicimos mejor las cosas con los tiros desde el perímetro y conseguimos romper el marcador a nuestro favor", declaró Duncan. "Era importante ganar el primer partido después del descanso que habíamos tenido y la defensa nos salvó".
Los Spurs, como es normal en su juego, no lo hicieron vistoso ni espectacular, pero impusieron el ritmo, asfixiaron a sus rivales y frustraron a James, de 22 años, que no mostró en ningún momento capacidad de reacción, ni esa responsabilidad de ser la figura de su equipo.
La misma que le pidió Jordan si quería "consagrarse" en las Finales y proyectarse, de verdad, como una auténtica estrella dentro de la NBA.
Para los que quisieron comparar el debut de James con el que tuvo Jordan en unas Finales de la NBA, en 1991, y nada menos que ante los Lakers de Los Angeles, tampoco les favorecieron las estadísticas.
Jordan logró 36 puntos, 8 rebotes, 12 asistencias y tres robos de balón por 14 tantos, 7 capturas de balón bajo los aros, 4 pases de anotación y una recuperación de balón de James ante los Spurs.
"Bowen es uno de los mejores defensores que hay en la liga, el resto de los jugadores que estuvieron detrás de él también le dieron una gran ayuda", declaró James. "No sólo su aportación fue la clave, también el resto de la defensa de los Spurs".
Pero el gran problema de James es que ni pudo superar la defensa de los Spurs para ser el líder individual ni tampoco ayudó para que el equipo se aprovechase del marcador a que fue sometido.
Sencillamente, los Spurs le impidieron que fuese factor en ningún aspecto del juego, un objetivo que el equipo tejano quiere conseguir en los próximos partidos.
"Estamos convencidos que será una fuerza muy difícil de controlar en todos los partidos", comentó Duncan. "James y sus compañeros hicieron algunas cosas interesantes en los últimos minutos y debemos trabajar en esos aspectos".
Duncan fue sincero cuando reconoció que su equipo no había hecho un buen partido ni jugado un gran baloncesto, pero volvieron a su condición de ser los más "prácticos" a la hora de encontrar el camino del triunfo y como siempre lo hicieron con la defensa, aunque volviesen a "matar" el espectáculo deportivo.
Si el segundo partido que se va a disputar el próximo domingo presenta las mismas características que el primero, y no hay un resurgir de la figura de James, la NBA puede irse preparando para recibir datos de audiencia de televisión que no serán las mejores.