Un 68% de las ciudadanas y ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa considera que el Gobierno español debería entablar nuevos contactos con ETA y un 94% que todas las formaciones deberían dialogar para posibilitar la puesta en marcha de «un nuevo proceso». Se trata de dos de los datos que arroja la encuesta hecha pública ayer por el Gobierno de Lakua, realizada entre el 5 y el 6 de junio -horas después de que se conociera la declaración de la organización armada poniendo fin a su alto el fuego permanente- entre 600 personas mayores de 18 años.

El sondeo, llevado a cabo por el Gabinete de Prospección Sociológica de Lehendakaritza por vía telefónica y que a la hora de fijar la empatía política ha tenido en cuenta a las formaciones con presencia en el Parlamento de Gasteiz, refleja que más de la mitad (el 61%) de los alaveses, vizcainos y guipuzcoanos esperaba que el alto el fuego se rompiera, mientras que al 29% le ha «pillado por sorpresa».

Preguntados por si «el Gobierno español debería entablar nuevos contactos con ETA», el 68% de los encuestados dice estar más bien de acuerdo (en diciembre de 1999, tras la ruptura de la tregua decretada por ETA en 1998, ese dato ascendía al 90%). Por el contrario, un 14% asegura estar en desacuerdo.

Sí al diálogo entre partidos

Los ciudadanos que más favorables son a los nuevos contactos son los guipuzcoanos, con un 71%, frente al 67% de Bizkaia y al 65% de Araba. Mientras que por sexos no hay diferencias significativas, el porcentaje de ciudadanos que apuestan por nuevos contactos es mayor en las edades más jóvenes.

Los votantes de EHAK, Aralar, EA y PNV agrupan el mayor número de respuestas afirmativas respecto al deseo de que se retome la negociación Gobierno-ETA, con porcentajes del 100, 97, 95 y 84%, respectivamente. Para los de EB esta tasa es del 73%, para los de PSE del 63% y para los del PP del 19%.

Otra de las preguntas formuladas con vistas al futuro es la que dice si «cree que todos los partidos políticos deberían dialogar para propiciar un nuevo proceso de paz». Un 94% opina que sí, dos puntos menos que en diciembre de 1999, el mismo porcentaje que en noviembre de 2000 y, curiosamente, 11 puntos más que en febrero pasado.

Los porcentajes son muy similares en los tres herrialdes y en los dos sexos y, en el caso de los grupos de edad, oscila entre el 91% de las personas de entre 30 y 25 años y el 97% de los mayores de 65 años. Son favorables al diálogo entre partidos la mayor parte de los simpatizantes de todas las opciones con representación en Gasteiz, con tasas que varían entre el 91% del PP y el 100% de EHAK y Aralar.

La encuesta señala también que el 90% de los ciudadanos aboga por un final dialogado del conflicto que vive Euskal Herria, frente al 4% que revela estar «más bien en desacuerdo». El 100% de los votantes de EHAK, EA y Aralar lo respalda, seguido de los simpatizantes de PSE (95%), EB (94%) y PNV (93%). Sólo el 35% de los votantes del PP apoya ese final dialogado.

Únicamente un 37% de los encuestados confía en que ETA vuelva a declarar otra tregua en los próximos meses. Un porcentaje similar, el 40%, cree que no se producirá. Los simpatizantes de PSE y EA son los que más confían en ello, un 47% en ambos casos, mientras que los de PP (26%), Aralar (30%) y EHAK (33%) son los que menos contemplan esta posibilidad..

3/4 partes, esperanzados

En cualquier caso, el 74% de los ciudadanos que han sido preguntados mantiene la esperanza de que en los próximos años se consolide la paz en Euskal Herria, sólo un punto menos que en febrero. Analizando la simpatía política de los encuestados, destaca que los de PSE, PNV y EHAK son los que mantienen esta esperanza en mayor porcentaje (86, 83 y 81%, respectivamente), mientras que los únicos que no llegan al 50% son los que apoyan al PP (33%).

Respecto a las sensaciones que tienen los vascos en el momento actual, la mayoría de los votantes del PP (72%), PSE (62%), EB (57%) y PNV (53%) afirman sentirse preocupados, mientras que los de EHAK (52%) y Aralar (51%) creen que se ha perdido el tiempo y los de EA (53%) expresan su desilusión.