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El reto del empleo cooperativo

MCC supera los 100.000 empleos tras la compra de Caprabo por Eroski

El grupo MCC ha llegado a superar los 100.000 empleos tras la compra por parte de Eroski del grupo Caprabo. Pero, al margen de grandes operaciones, las cooperativas tienen la tarea de crear empleo de calidad y en Euskal Herria.

Pablo RUIZ DE ARETXABALETA | GASTEIZ

A comienzos de este año, el presidente de MCC, Jesús Catania, no se mostraba muy convencido de alcanzar la cifra de los 100.000 empleos al finalizar 2008 y opinaba que «a partir de ahora va a costar un poco más crear empleo». Sin embargo, la compra de la cadena de supermercados Caprabo por parte de Eroski ha hecho posible que el grupo supere esa cifra. Al cierre del año pasado, las cooperativas de MCC contaban con una plantilla de 83.601 persona, un 6,6% más que al finalizar 2005. La implantación industrial en otros países y el aumento de dimensión de Eroski fueron sus principales impulsores.

El pasado mes de abril se habían superado ya los 85.000 empleos. Así pues, tras integrar los más de 15.000 trabajadores de Caprabo, el grupo ha superado ya la cifra redonda de las 100.000 personas.

Sin embargo, el crecimiento del empleo se está llevando a cabo sobre todo gracias a las compras e implantaciones en el exterior. Antes de la operación de Eroski, Fagor integró a la plantilla del grupo de electrodomésticos Brandt, de más de 5.000 personas. MCC ha pasado de 48.491 empleos en 2000 a los 83.601 del cierre de 2006. De esta cifra, el 50,8% estaba integrada en el grupo industrial, el 44,9% en el de distribución, el 3,1% en el financiero y el 1,2% en actividades corporativas.

Pero el gran reto de MCC es crear empleo en Euskal Herria, en sus propias cooperativas o creando otras nuevas, y en este caso el ritmo es menor. El año pasado se crearon 1.321 puestos de trabajo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. De ellos, 300 en el área industrial.

Empleo de calidad en el entorno

Además, el objetivo es que sea empleo de calidad. Así lo recoge la política empresarial 2009-2012 aprobada recientemente por la junta del Congreso Cooperativo, que plantea como reto principal «la generación de empleo, preferentemente cooperativo, y adecuado al desarrollo de nuestro entorno», y que cada empresa deberá integrar y concretar en sus propios planes.

Es decir, crear empleo, de acuerdo con los objetivos «de orientación al cliente, desarrollo, innovación y rentabilidad», pero además basado en «la participación comprometida y solidaria de las personas» y «reforzando el compromiso con la sociedad y con las iniciativas que promuevan el desarrollo sostenible, cultural, lingüístico y social de la comunidad».

El difícil reto de llegar a la tasa del 85% de empleo cooperativo

Si la creación de empleo es un reto para MCC no lo es menos convertirlo en un empleo que participe en la gestión y beneficios de la empresa, hacer cooperativistas, una tarea cada vez más difícil dada su expansión en otros países. Actualmente, más de la mitad de los empleados de MCC trabajan fuera de Euskal Herria. La tasa actual de empleo cooperativo indica que el 80% de la plantilla de las cooperativas del grupo es socio, una cifra que coincide con el mínimo legal exigido.

El plan estratégico 2005-2008 se marcó el objetivo de que el 85% de los trabajadores de las cooperativas industriales fuera socio cooperativista. El índice de crecimiento de socios debería ser del 7% para llegar a la tasa prevista. Tras la evolución de los dos primeros años del plan, alcanzar el 85% en 2008 se plantea un reto muy difícil, «aunque no imposible», según reconoce el grupo en su boletín TU Lankide. En la evolución de la tasa de empleo cooperativo se observa que ésta crece más en aquellas cooperativas que menos empleo crean. MCC señala que convertir a los trabajadores de plantas en el exterior en cooperativistas choca a menudo con reticencias de los propios afectados, por lo que es un proceso que se lleva a cabo de forma muy lenta.

Uno de los modelos de «cooperativización» ha sido el puesto en marcha por Eroski a través de Gespa, una sociedad en la que participan los trabajadores, aunque no sean cooperativistas, pero que, a su vez es dueña de supermercados, hipermercados y tiendas. Eroski tiene previsto modificar esta fórmula durante el próximo año para hacer de los trabajadores directamente socios de diferentes cooperativas, otro reto más que añadir a la gestión de su reciente compra de Caprabo. P.R.A.

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