Gesto por la Paz convocó para la jornada de ayer sendas manifestaciones en Bilbo e Iruñea para mostrar su repulsa a la ruptura por parte de ETA de alto el fuego permanente que la organización mantenía desde el 22 de marzo de 2006. Pese a que la movilización convocada por en la capital vizcaina contaba con el apoyo de importantes formaciones políticas como el PNV, EA, EB, PSE y PP, además de sindicatos como UGT y CCOO, la participación de la ciudadanía en la movilización fue bastante pobre. Un hecho similar a lo que sucedió en Iruñea, donde además asistieron varios miembros del Ejecutivo navarro en funciones además de Uxue Barkos, la candidata de Nafarroa BAI a la alcaldía de Iruñea.

Así las cosas, en Bilbo, pocos minutos antes de las 18.00, hora de partida de la movilización cuyo lema fue «Es nuestro derecho, paz y libertad, ETA no», apenas eran unos cientos los ciudadanos que acompañaban a los numerosos políticos que se encontraban en las inmediaciones del Sagrado Corazón. A medida que el recorrido avanzó se sumo más gente -hasta 2000-, pero como se pudo comprobar al paso de la marcha por la Plaza Elíptica, cuando la cabecera enlazaba con la Gran Vía, la cola entraba en la céntrica plaza.

«La mano encima de nadie»

Al final de la marcha, junto al Consistorio bilbaino, donde se hizo lectura de un comunicado. La encargada de leer el texto fue Amagoia Lopez de Larruzea, en un documento que exigió a ETA «un inmediata desaparición» y que «no vuelva a poner la mano encima y renuncie definitivamente a tratar de imponernos su proyecto aplastando la voluntad mayoritaria de todo un pueblo».

Por todo ello, apelaron a los que a juicio de Gesto por la Paz «siguen justificando su existencia¯la de ETA¯porque ellos tienen la inmensa responsabilidad de continuar siendo el soporte social de que se nutre el terror». Junto a ello, esta asociación siguió con su discurso beligerante e instó a que «en estos instantes de zozobra en el que la imposición totalitaria se quiere hacer un sitio entre nosotros, es imprescindible fortalecernos en una defensa unitaria».

Entre los rostros de la clase política que se dejaron caer por la marcha de Bilbo, destacaban los jeltzales José Luis Bilbao, Iñigo Urkullu, Iñaki Azkuna, Josune Ariztondo, el consejero de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego y la presidenta del Parlamento de Gasteiz Izaskun Bilbao. Urkullu justificó la presencia de su formación en la manifestación destacando que «el PNV está donde está donde está presente la mayoría de la clase política». Asimismo, subrayó que su partido desea «conseguir que toda la sociedad se retroalimente en el espíritu de libertad de todas las personas sin excepción».

Desde las filas del PSE se pudo ver al secretario general de esta formación, Patxi López, acompañado por Begoña Gil, y a Txema Oleaga.

López destacó que «desgraciadamente los ciudadanos vascos tenemos que volver a salir a la calle a exigir el derecho que tenemos a vivir en libertad y a manifestar nuestro rechazo a ETA, que es la única que nos impide vivir en paz y libertad».

Por parte de EB, estuvieron Mikel Arana, Julia Madrazo o José Ferrera. También estuvo el parlamentario de EA en Gasteiz, Rafa Larreina.

Entre los miembros del PP se pudo ver al portavoz de esta formación Leopoldo Barreda o a Carlos Garcia. Además, participaron en la marcha la responsable de la oficina de atención a las víctimas de ETA, Maixabel Lasa, o el Director de derecho humanos de Lakua, Jon Landa.

En Iruñea, uno de los momentos más significativos de la marcha, que reunió a 1000 personas sucedió al final de la misma, ya que cuando se procedió a la lectura del comunicado en euskara por parte de Xabier Ollo, diversos asistentes a la marcha comenzaron a silbar.