Desastre en El Madrigal
El Athletic se jugará la vida en una última jornada de infarto
Los rojiblancos dieron la cara e, incluso, se adelantaron en el marcador hasta que el árbitro condicionó el encuentro con un penalti inexistente. A partir de ahí, el equipo se descompuso en defensa llegaron los goles en contra y no hubo reacción
VILLARREAL 3
ATHLETIC 1
Manex ALTUNA | BILBO
El Athletic se complicó la vida en El Madrigal y se la tendrá que jugar en una última jornada de infarto en San Mamés. La compra de equipos médicos realizada por el Igualatorio parece que ha sido oportuna. El equipo naufragó en la segunda mitad y ahora deberá de levantarse.
Las razones fueron las de siempre. Error arbitral cuando mejor estaban las cosas y a partir de ahí, el equipo se descompone. Se vienen abajo ante las adversidades y con tantos errores defensivos es imposible. No hay solución. Los rivales llegan dos veces y se van con tres goles a favor porque la endeblez que demuestran en el trabajo de contención es sonrojante. El Athletic es el equipo que más goles ha marcado en propia puerta -ocho con el de ayer de Ustaritz-. Y así, no hay nada que hacer cuando tu futuro está en juego.
El panorama se ha puesto feo. El Celta se ha puesto a un punto y se postula como el rival más peligroso porque tiene el goal average a su favor. Además, juega en casa ante el Getafe por lo que los rojiblancos deberán vaciarse para mantener viva la historia de un club que en sus 109 años nunca ha conocido la Segunda División. Ganar, ganar y ganar. Como sea.
Media hora y el derrumbe
Las buenas intenciones del Athletic duraron media hora. Era una final que había que ganar y el equipo no se asustó. Bien posicionados en el campo, la iniciativa recayó en los rojiblancos y no rehusaron a mover el balón ante un Villarreal muy ramplón y conservador.
El conjunto amarillo dejaba hacer a los bilbainos con la intención de robar la pelota para salir a la contra con la velocidad de sus delanteros y los movimientos entre líneas de Pires. La figura del interior francés ha sido determinante en la espectacular remontada protagonizada por el Villarreal en la segunda vuelta. Aunque parte desde la izquierda, goza de libertad para centrar su posición o cambiar de banda, pero como ocurría con Riquelme su importante aportación ofensiva se reduce a mínimos en defensa.
Por ese costado encontró el Athletic el camino para hacer daño. Mané optó por Javi González y si algo tiene el de Zorroza es que se atreve con todo para lo bueno y para lo malo. En esta ocasión, sin embargo, se incorporó continuamente al ataque con criterio y de sus centros nacieron las ocasiones más claras. En el minuto 10 a Etxeberria le faltó poco para llegar a un buen centro suyo y en el 21, llegó el gol de Iraola.
Balón en largo del de Zorroza que toca Aduriz en la frontal para un Iraola que se planta ante Viera y marca. El Athletic dispuso a partir de ahí y hasta la aparición del colegiado de opciones -Aduriz en un córner o un fuera de juego inexistente a Etxeberria- para hacer el segundo, pero no supo acertar.
El infortunio, en cambio, siempre se tiene que cruzar con el Athletic. Una vez más con un árbitro: Ramírez Domínguez la lío en una jugada clara que hasta el propio Pires reconoció que se produjo fuera del área al decretar penalti un forcejeo entre Ustaritz y el francés.
Forlán no perdonó y el golpe dejó noqueados a los rojiblancos. Como les suele ocurrir en este tipo de situaciones, a partir de ahí se derrumbaron. En la siguiente jugada, el uruguayo se escapó de Casas y dio la vuelta al marcador. Con un bagaje de dos llegadas, el Villarreal se iba al descanso con una ventaja inmerecida. El regreso tampoco fue bueno. El equipo seguía aturdido y Ustaritz marcó en propia puerta el tercero de los amarillos.
El equipo se rompió por completo y no hubo forma de enderezar el rumbo. Los cambios de Mané sirvieron de muy poco y el Athletic apenas inquietó. Los jugadores no supieron sacar el orgullo y recibieron una derrota dolorosa por la mala imagen ofrecida en la segunda mitad. El Athletic tuvo tiempo, pero fue incapaz y se jugará todo a una carta en la última jornada. Sólo vale ganar.
Mané indicó tras el encuentro que «seguimos dependiendo de nosotros. Los resultados nos permiten tener posibilidades matemáticas de conseguir nuestro propósito. Nos hubiera gustado acabar hoy -por ayer- con esa situación pero no ha podido ser. Nuestra situación es mejor que la del Celta, Betis y Real Sociedad y vamos a tratar de manejar esta situación».
El entrenador del Athletic resaltó que el equipo deberá estar «a la altura de las circunstancias» en la última jornada ante el Levante porque «si no confiamos en nuestras posibilidades, nuestro propósito no se va a cumplir». Mané ascendió al conjunto granota la temporada pasada, pero dijo que no espera ningún tipo de ayudas. «Creo en la honestidad de los equipos. Supongo que tendrán unos días de jolgorio porque también han sufrido muchísimo y eso nos puede beneficiar, pero conociendo al Levante sé que van a jugar un partido serio y van a ponernos en dificultades», declaró.
Sobre lo acontecido en El Madrigal explicó que «el partido se ha roto en una decisión injusta, ha sido un golpe muy duro y una injusticia. Hicimos una muy buena primera media hora, jugando de tú a tú, nos pusimos por delante, pero una decisión que considero injusta ha roto todo. Defensivamente tenemos lagunas y contra equipos de la calidad del Villarreal y con un Forlán muy preciso se pagan».
Si Mané estaba triste, Pellegrini se mostró exultante en la sala de prensa porque la jornada le salió redonda para su equipo que tiene la UEFA a mano. «Estamos en un punto muy bueno que nos ha llevado a conseguir estas siete victorias. Fue muy importante remontar el gol del Bilbao. No nos desesperamos, seguimos buscando buenas jugadas y con el 3-1 el partido se aseguró con muy buena actitud defensiva», señaló.
Por otro lado, una docena de seguidores entraron en la sala de prensa del estadio e increparon a los jugadores del Athletic mientras realizaban declaraciones y algunos tuvieron que dejar de hacerlas.
GARA
Mané desplazó hasta Castellón a 19 jugadores por las dudas sobre el estado físico de Ustaritz y Tiko, pero al estar en condiciones de disputar el encuentro Garmendia fue el jugador descartado.
El Athletic jugó ayer fuera de casa, pero más de 2.000 aficionados acudieron a El Madrigal a animar al equipo en los autobuses organizados por la Agrupación de Peñas y que fueron subvencionados por el club rojiblanco.