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exposición «Kiss Kiss Bang Bang»

Cuarenta y cinco años de lucha feminista a través del arte

«Kiss Kiss Bang Bang. 45 años de Arte y Feminismo» es el título de la muestra presentada ayer en el Museo de Bellas Artes de Bilbo, que recoge 69 obras de 44 artistas individuales y miembros de colectivos feministas de diferentes países que han desarrollado el denominado «arte feminista». La sala BBK de la pinacoteca acoge hasta el 9 de septiembre esta exposición inédita de carácter didáctico que incluye cinco vídeos documentales sobre el movimiento.

Karolina ALMAGIA | BILBO

«Kiss Kiss Bang Bang», el título escogido para ilustrar la exposición sobre arte y feminismo abierta en el Museo de Bellas Artes, es la expresión gráfica de las contradicciones y desajustes que se producen entre los estereotipos que se han elaborado sobre las mujeres en las culturas patriarcales y la realidad de un colectivo que ha luchado sin cesar por rebatirlos.

Así lo explicó ayer Xabier Arakistain, director del Centro Cultural Montehermoso de Gasteiz y comisario de esta exposición, en la rueda de prensa ofrecida en el museo bilbaino. «Es una manera de enfrentar la idea tradicional asociada a la feminidad, en cuanto que reposo del guerrero, objeto sexual... con la otra realidad, la de la mujer como sujeto activo y como luchadora incansable por la consecución de sus derechos». Ara- kistain presentó el proyecto de esta exposición al Museo de Bellas Artes hace cuatro años. El camino recorrido hasta la inauguración de la muestra ha sido complicado. «Es un tema muy extenso y había que desarrollarlo en un espacio limitado y con un presupuesto determinado», reconoció. Para resolverlo, decidió ajustarse a algunas condiciones previas: la primera consistía en la voluntad de plasmar la relación de la práctica artística feminista con los movimientos sociales y económicos de la época, y la segunda se inclinaba por realizar una selección de obras basada en los «grandes éxitos» para así llegar al mayor número posible de público.

Desde finales de la década de los sesenta, el feminismo ha tenido un enorme impacto en las artes visuales. Diferentes publicaciones han demostrado el sesgo androcéntrico de la historia del arte oficial. La exposición del Bellas Artes muestra estos 45 años de arte y movimiento feminista en un discurso didáctico y muy documentado, que acerca el llamado «arte feminista» al gran público.

La muestra ofrece un recorrido por cinco temas centrales de este movimiento: la construcción cultural del sexo, el género y la sexualidad y la denuncia de los estereotipos sexistas; las luchas por los derechos civiles y políticos de las mujeres; las distintas luchas por la liberación del cuerpo de las mujeres; las prácticas e intentos de escribir una verdadera historia del género humano que no deje al margen a la mitad de la población, y la denuncia específica de la violencia contra las mujeres. Cada uno de estos temas ocupa un espacio diferenciado de la sala BBK del Museo. En estas secciones, además de las obras de las artistas, se incluyen cinco vídeos realizados, a encargo del Museo, por Maite Garbayo, Carmen Navarrete, el colectivo Erreakzioa, Fefa Vila Núñez y Cecilia Barriga.

La muestra «Kis Kiss Bang Bang» incluye creaciones de artistas de ambos lados del Atlántico y de generaciones diferentes. Así, se pueden ver pinturas como «Dios pariendo», de la sueca Monica Sjöö; fotografías y esculturas de chicle, como las de la neoyorkina Hanna Wilke; imágenes de performances famosas, como «Acción del pantalón: pático genital» -con la que la austriaca Valie Export se convirtió en leyenda-, la que Ulrike Rosenbach realizó en 1975 en la Bienal de París -titulada «No crean que soy una amazona»-, las de Yoko Hono en distintas épocas de su vida, o la sangrienta «¿Quién puede borrar las huellas?» de la guatemalteca Regina José Galindo. La instalación sobre el «Documento postparto» de la norteamericana Mary Kelly, o la impresionante obra sobre papel «Serie aborto» de la portuguesa Paula Rego son otros elementos imprescindibles de esta muestra, en la que no podía faltar la obra de la neoyorkina Cindy Sherman -que supuso todo un revulsivo en los 70 en el campo de la fotografía-, de la donostiarra Itziar Okariz, o del colectivo Guerrilla Girls, movimiento activista que irrumpió en el mundo artístico en los 80. Es en la obra de este colectivo donde mejor se ve el tinte irónico que muchas veces utilizan las artistas para plasmar su lucha feminista. Como dijo ayer Linda Nochlin, profesora de Arte Moderno de la Universidad de Nueva York y veterana teórica del este movimiento artístico, «una exposición como ésta no puede limitarse a lo didáctico, a lo solemne, el espectador también debe encontrarse con cosas inesperadas, con una llamada a la imaginación visual». Nochlin, que en 1971 escribió el famoso artículo «¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?», añadió que el arte feminista es «muy variado y, sobre todo, rezuma una gran energía».

Según Xabier Arakistain, «el arte feminista se ha convertido en la última vanguardia del siglo XX, porque ha puesto patas arriba los propios códigos del arte». En el montaje de esta exposición, Arakistain ha contado con la ayuda de Maura Reilly, del Museo de Brooklyn, primer centro de arte feminista del mundo, quien en la rueda de prensa justificó la existencia de un museo de estas características. «Sigo viendo una gran desigualdad en las galerías, en las colecciones permanentes de los museos, y en los precios que se están pagando».

Besos y tiros

El título de la exposición hace referencia de manera gráfica al contraste entre la imagen social de la feminidad y la de la mujer como luchadora incansable por sus derechos.

69

obras de 44 artistas individuales y miembros de colectivos feministas componen la muestra abierta en el Bellas Artes. Son obras de mujeres de diferentes países que han dado cuerpo a lo que se ha denominado «arte feminista».

Contexto

La originalidad de esta exposición reside en que muestra la práctica artística feminista, relacionándola con el contexto social e intelectual en el que surge. A través de ella se hace un repaso a 45 años de arte y activismo, desde sus inicios en los 60.

vanguardia

Para el comisario de la muestra y director del centro Montehermoso, Xabier Arakistain, «el arte feminista se ha convertido en la última vanguardia del siglo XX, porque pone patas arriba los propios códigos del mundo del arte».

variedad

La exposición incluye pinturas, fotografías, vídeos, esculturas, instalaciones y documentación gráfica sobre numerosas peformances que en su día fueron todo un revulsivo. Es un repaso a los «grandes éxitos» del movimiento feminista.

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