Las personas que el 16 de diciembre participaron en la primera asamblea de los ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria que han denunciado haber padecido torturas aprobaron un documento que servirá de herramienta para dar a conocer la situación de esta práctica y aunar compromisos en exigencia de su desaparición. El día 26 todo ello podrá oírse en los parlamentos Europeo y de Flandes, donde hablarán representantes de las personas vascas que han sido torturadas desde el franquismo hasta la actualidad. Una situación curiosa. Porque, y a pesar de los pronunciamientos institucionales en favor de la erradicación de la tortura, las personas víctimas de maltrato policial no encuentran ese respaldo por parte de la clase política de su propio país. En cuanto al Estado español, se adhiere con su firma a los tratados internacionales que se comprometen a erradicar la tortura, pero no sólo no hace nada para que en las dependencias policiales bajo su responsabilidad la tortura cese, sino que ha justificado, amparado y premiado a quienes han sido puestos bajo sospecha de haber practicado algún tipo de trato vejatorio contra los ciudadanos detenidos. El próximo día 26 es, a nivel internacional, una jornada dedicada al apoyo a las personas que han sufrido torturas. Los vascos que han sido torturados tendrán en Europa la voz y el apoyo institucional que aquí se les niega.