Un total de 370 técnicos se han inscrito en las «Jornadas técnicas sobre estabilidad de laderas en embalses», que comenzaron ayer en Zaragoza y concluirán mañana con una visita a los embalses de Itoitz y Esa. Durante estas jornadas se van a exponer los últimos avances en investigación acerca de los movimientos que se registran en laderas sobre las que se asientan los embalses, y las diferentes soluciones para su estabilización.

El presidente de la CHE, José Luis Alonso, informó durante la sesión inaugural que estas jornadas «sirven para saber muchísimo más, aunque sean movimientos muy pequeños, o aunque no los haya, como en el caso de Itoiz, porque permiten avanzar mucho más en el estudio del suelo y su comportamiento».

Tras afirmar que el Estado español es un país «con una tecnología y un conocimiento científico puntero», Alonso señaló que durante estas jornadas se expondrán avances tecnológicos como la «auscultación profunda de las laderas que permite predecir los movimientos de tierras, prevenir y controlar su evolución».

«Estos avances -añadió el presidente de la CHE- hacen posible conocer cuál es el tipo de movimiento que se produce para poder aplicar la técnica correcta que evite los desprendimientos de las laderas, como atornillarla contra la materia firme que hay debajo, retirar parte del material en aquellos puntos que se considere que causa más inestabilidad, o su drenaje, ya que disponermos de tecnología suficiente para estabilizar una ladera».

Evitar desprendimientos

En las ponencias de Zaragoza se van a presentar diez casos concretos, entre ellos Itoitz y Esa. Otros casos que se analizarán serán los de Bayon (Italia), donde hubo un movimiento muy rápido y con un volumen grande de tierra, Biscarrués, Arenós, Cortés y, en comunicaciones libres, los de La Risca, Siles, Santaliestra y un deslizamiento en Arnedillo.

Son estudios que, según Alonso, «permiten conocer mucho los movimientos naturales de las laderas y los debidos a la propia presa, aunque también se está estudiando la ladera de Itoiz, que ni ha estado ni va a estar cubierta por el agua pero es la primera del mundo con más aparatos de control».

Sin embargo, el presidente de la CHE dudó de que estas aportaciones sirvan para «convencer a quienes se apartan del conocimiento científico de la ausencia de riesgo del deslizamiento detectado en la ladera izquierda del embalse de Yesa a consecuencia de su vaciado para las obras de recrecimiento».

José Luis Alonso no se pronunció sobre la posibilidad de realizar un nuevo estudio de impacto ambiental de las obras de Esa, tal como reclaman los municipios afectados y la Asociación Río Aragón, y aseguró que se siguen haciendo los estudios que recomendó el Colegio de Geólogos. No obstante, se mostró convencido de que, para los colectivos opositores, «ningún informe que no les de la razón es válido».

También insistió en que, desde el punto de vista técnico, el deslizamiento de la ladera de Esa, «que el día de máximo movimiento alcanzó los 2,5 centímetros», es «un incidente menor» que «ni aún previendo las peores circunstancias, como una velocidad alta de movimiento o un temblor sísmico, la ola en el embalse, que además debería estar medio vacío para que se produjera el corrimiento, sería muy pequeña».

También informó de que en la actualidad se está procediendo a sellar la grieta de la ladera de Esa para evitar que entre agua en profundidad, y agregó que el terreno «siempre se está estudiando, con auscultaciones continuas durante el proyecto y durante la construcción».

Por último, dijo que estas jornadas servirán para actualizar el debate científico y técnico, pero «no creemos que sirva para convencer a quien se aparta de los conocimientos científicos».

Las conclusiones de las jornadas serán dadas a conocer hoy a última hora de la tarde.