Una vez finalizada la temporada de abono, la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) conmemorará esta semana su 25º aniversario acercándose a su público. Así, dará ocho conciertos en otros tantos municipios de Bizkaia, Araba, Nafarroa y Gipuzkoa, para lo que se ha dividido en tres formaciones que ofrecerán sus actuaciones simultáneamente durante tres días.

El objetivo de esta iniciativa es acercar su trabajo a pequeños escenarios y responder así a la filosofía de convertirse en parte importante de la vida cultural vasca con la que se creó esta orquesta en 1982, según explicó ayer en una rueda de prensa el director general de la Sinfónica vasca, Iñigo Alberdi.

Para poder llevar a cabo esta iniciativa, la orquesta se ha dividido para crear tres formaciones: el Grupo de Metales, la Orquesta Sinfónica de Euskadi y Euskadi Orkestra Camerata. Estas tres formaciones que recorrerán en tres días diversos escenarios de Euskal Herria.

Mañana, el Grupo de Metales actuará en la Residencia Zorroaga de Donostia, mientras que la formación denominada Orquesta Sinfónica de Euskadi lo hará en el polideportivo de Oiartzun. El jueves, día 14, habrá conciertos simultáneos en la casa de cultura de Bera, en el teatro de Elgoibar y en la sala Andra Mari de Araia, mientras que el viernes los tres grupos de la orquesta viajarán a Lekeitio, Elorrio y Pasai Donibane.

Muchos estilos y épocas

El Grupo de Metales estará integrado por trompetas, trompas, trombones, tuba y percusión y hará un recorrido por diferentes estilos de música, desde el Barroco a la música moderna y variada del siglo XX, bajo la dirección de Melvin Culbertson.

El grupo llamado Orquesta Sinfónica de Euskadi, dirigido por José Antonio Pascual, repasará obras como la obertura «Italiana in Algeri», de Rossini, o «Nerabe Sorta», de Pascual Aldave, para finalizar con la primera de las sinfonías de Beethoven.

Por su parte, la formación de cámara «Euskadi Orkestra Camerata», liderada por el concertino de la Filarmónica de Munich Lorenz Nasturica, ofrecerá piezas de Respighi, basadas en antiguas danzas del Renacimiento, el «Divertimento en fa mayor» de Mozart y la romántica y apasionada «Serenata en do mayor» de Tchaikovsky.