Maite SOROA
Las apuestas que se cruzan en Nafarroa
Las apuestas de la campaña se dirimen ahora en el solar navarro. El editorialista de «Abc» no cedía: «es positivo, sin duda, el acuerdo que permitirá gobernar en el Ayuntamiento de Pamplona a la alcaldesa actual, pero no deja de ser una actitud del PSN obligada por las circunstancias. Lo realmente importante es el planteamiento político en relación con el Gobierno foral. Si los socialistas se entregan a Nafarroa Bai, habrá quedado en entredicho cualquier esperanza de rectificación. (...) Sólo el apoyo a la lista más votada de largo por los navarros sería el reflejo auténtico de que las cosas empiezan a cambiar en las relaciones entre PP y PSOE en esta decisiva materia».
Y sobre el mismo caso, Francisco Marhuenda en «La Razón» advertía que «Una cosa es ser generosos y otra tontos.(...) La generosidad que pide Blanco sería pretender que UPN sea incoherente e irresponsable». O sea, que nada de soltar el sillón.
No las tenía todas consigo Tonia Etxarri, en «El Correo Español», que sorprendía con una nueva propuesta: «Despejada la incógnita del Ayuntamiento de Pamplona porque el socialista Puras no ha querido arriesgarse a coincidir en nada con ANV, los lectores de votos ven con normalidad que, en el Parlamento foral, los terceros desbanquen a los primeros. ¿Y si aprendemos de los franceses y adoptamos las elecciones con segunda vuelta?»
El vetusto Ollarra, en «Diario de Navarra», aplaudía el patriotismo de los de ZP: «el PSN ha dado un paso importante al rechazar la maniobra de ANV para quitar la alcaldía a Yolanda Barcina; y no apoyará a los proetarras en ningún ayuntamiento. (...) La maniobra tenía además un riesgo. Si un día se ilegaliza ANV, UPN tendría mayoría absoluta y el cambio de alcaldesa sería automático». ¡Era por eso!
La otra cara de la moneda se exhibía en el editorial de «Diario de Noticias», allí donde sentenciaban que «los ciudadanos navarros avalaron un cambio político legítimo tras 16 años de régimen conservador (...) pero 18 días después esa voluntad se ve engullida por intereses partidistas ajenos a Navarra». Como siempre, hijo, como siempre. No escatimaba elogios hacia los suyos: «NaBai e IU han hecho (...) su apuesta democrática para evitar que la pinza de los extremos se imponga a la sociedad. ¿Y Puras?». Buena pregunta, sin duda.
OLASO