La ONU cree que las sanciones azuzan la guerra en Palestina
Oportuna, la filtración de un informe de la ONU que denuncia el boicot internacional contra los territorios ocupados (embargo capitaneado por EEUU e Israel y secundado por la UE), arroja luz sobre las razones de la guerra civil que sufren sus ya castigados habitantes. En plena ofensiva de Hamas en Gaza, Tel Aviv se lleva las manos a la cabeza y Washington trata ahora de lanzar un guiño al moderado primer ministro islamista, Ismail Haniyeh.
GARA | LONDRES / GAZA
El hasta mayo enviado de la ONU a Oriente Medio, Alvaro de Soto, responsabilizó al boicot internacional impuesto por Occidente a los territorios ocupados de su dramática situación, que ha derivado estos días en una guerra civil abierta.
En un informe confidencial, redactado antes de que abandonara el cargo, De Soto recuerda que el Cuarteto (EEUU, UE, Rusia y ONU) impuso el bloqueo al «Gobierno libremente elegido de un pueblo bajo ocupación».
Un boicot «extremadamente miope, en el mejor de los casos», añade el informe, y que «ha tenido consecuencias desastrosas» para los palestinos.
El responsable de la ONU pone el acento en la posición de EEUU. Así, recuerda que tras su victoria electoral, Hamas trató de formar un gobierno de unidad nacional. Por contra, Washington forzó a la oposición (al-Fatah) a que no accediera a esta oferta y apoyó abiertamente la decisión de Israel de congelar la entrega a los palestinos de la recaudación fiscal (aduanas) que les correspondía.
De Soto completa el cuadro criticando al conjunto del Cuarteto, «condenado a un papel marginal» y a la propia ONU. «En cualquier situación en la que la ONU debe adoptar una posición, el reflejo inmediato es preguntarse cuál será la reacción de EEUU o Israel en lugar de adoptar la decisión correcta».
El informe constata que EEUU apostaba desde el principio claramente por el enfrentamiento entre Hamas y al-Fatah. De Soto cita a un funcionario estadounidense al que no identifica que declaró: «Me gusta esta violencia... significa que hay palestinos que se resisten a Hamas».
Es un secreto a voces que Israel lleva meses permitiendo la llegada de refuerzos y de armamento occidental para al-Fatah.
Analistas independientes apuntan a un acuerdo entre Tel Aviv, que busca el colapso de la situación y el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, para forzar nuevas elecciones y aislar a Hamas.
Israel ha jugado con fuego y muestra una creciente alarma ante el control por parte de Hamas de toda la Franja de Gaza. Y, hecho inédito, ha comenzado a rogar por una intervención internacional en el conflicto.
¿Y EEUU? Trata ahora de desactivar la ofensiva de Hamas guiñando a los «moderados», entre los que personifica al primer ministro, Ismail Haniyeh, y el brazo armado, al que responsabiliza de la situación.
Rusia exigió un alto el fuego inmediato, en lo que coincidió la UE, aunque reiterando su apoyo a al-Fatah.
Dos palestinos murieron cuando hombres armados reprimieron a tiros una marcha por el final de los enfrentamientos. La Agencia de la ONU (UNWRA) cerró sus oficinas tras la muerte de dos de sus miembros.
Hamas tomó ayer bajo su control la práctica totalidad de las instalaciones de seguridad de la Franja de Gaza en varias operaciones de asalto, la última de ellas contra el cuartel general de Yan Yunis, en el sur, dinamitado con una carga explosiva colocada en un túnel situado bajo sus cimientos.
Los últimos reductos de las fuerzas de al-Fatah eran en la tarde de ayer la residencia del presidente, Abbas, y los cuarteles en el barrio de Rimal, todos ellos en la ciudad de Gaza.
Fuerzas de Hamas tomaron al asalto igualmente la sede del portavoz de al-Fatah en Gaza, Maher Maqdad, tras un combate con nueve muertos.
24 palestinos murieron ayer en los enfrentamientos fratricidas, lo que eleva a 74 el balance de víctimas mortales desde el estallido de la última crisis, el pasado 7 de junio.
También la estratégica carretera de Saladino, que une el norte y el sur de Gaza, estaba desde primera hora de ayer en manos islamistas.
El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin Al Qasam, dieron de plazo hasta el viernes «a los policías armados por EEUU y a los sectores golpistas de al-Fatah a que entreguen sus armas a sus comandantes locales».
Cientos de miembros del clan Bakr, aliado de al-Fatah y formado por miles de personas -cientos de ellaas armadas- se rindieron ayer a Hamas. Los hombres armados fueron trasladados a una mezquita.
Decenas de policías fieles a al-Fatah cruzaron la frontera en Rafah y pidieron asilo al Gobierno egipcio. Asimismo, decenas de civiles huían tratando de cruzar el paso.
La Liga Arabe convocó una reunión extraordinaria el sábado.
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Al-Fatah dio 12 horas de plazo a Hamas para cesar su ofensiva en Gaza y amenazó con represalias en su feudo de Cisjordania
Como «aperitivo», al-Fatah tomó al asalto una oficina de Hamas en Naplusa hiriendo a varios islamistas y secuestrando a otros tantos. 11 afiliados de Hamas resultaron heridos a tiros en otro ataque en un campo de refugiados cercano.
Fuentes de al-Fatah se quejaron de que la ocupación israelí de Cisjordania les impide emular a Hamas en Gaza y aludieron a que «Israel podría parar a Hamas con solo bombardear sus posiciones...». Un grupo de diputados de al-Fatah pidió a Abbas que decrete el estado de sitio y convoque elecciones.
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