El delantero del Gimnàstic Javier García Portillo hacía saltar la liebre. El punta anunciaba en la jornada de ayer que el de mañana será su último partido en Tarragona, ya que ha firmado cuatro años por Osasuna.

Portillo daba a conocer que el pacto se cerró «anoche ¯el jueves¯ a última hora» e hizo un balance positivo de su paso por el Nàstic.

«A pesar del descenso me ha ido bien, he marcado muchos goles. Este equipo me ha ayudado bastante para que el año que viene siga en Primera».

De todas formas, el jugador prefirió no dar más detalles del acuerdo entre ambos clubes, algo que hará público en los próximos días el presidente de la entidad tarraconense, Xavier Salvadó.

La duda, Soldado

Por otro lado, el delantero valenciano Roberto Soldado sigue siendo duda para el último partido de liga contra el Atlético de Madrid. Una pubalgia lo está obligando a trabajar en solitario en el gimnasio de Tajonar, donde la plantilla realizó el habitual entrenamiento de recuperación de los viernes.

Soldado, que ya fue baja para el último partido liguero frente al Betis, sigue sin unirse al grupo, por lo que tiene pocas opciones de jugar. Además, José Ángel Ziganda tiene pensado alinear como único delantero a Savo Milosevic.

Si Soldado no llegara a recuperarse, se uniría así a las bajas seguras de los lesionados Krutxaga y Delporte, y de los internacionales Nekounam y Webó.