Cuba llora la muerte de Vilma Espín, figura histórica de la Revolución, que falleció el lunes en La Habana, a los 77 años, tras una larga enfermedad.

Espín es una de las últimas representantes de una generación de mujeres revolucionarias que marcaron la historia reciente de Cuba. En junio de 1958, se incorporó como guerrillera del II Frente Oriental Frank País, en Sierra Maestra, para pasar tras el triunfo de la Revolución a unificar las organizaciones femeninas y constituir la Federación de Mujeres Cubanas que presidió.

Integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su creación en 1965, Espín estaba casada con Raúl Castro y desempeñó funciones de primera dama en actos oficiales.

El Partido Comunista de Cuba destacó que «su nombre estará vinculado eternamente a las más significativas conquistas de la mujer cubana en la Revolución y a las más relevantes luchadoras por la emancipación de la mujer en nuestro país y en el mundo».

Espín fue objeto ayer de un homenaje del Partido Comunista y el Estado cubanos en el teatro Karl Marx de La Habana. Tras ser incinerada, sus cenizas se aventarán en Sierra Maestra.