EEUU asedia la sunita Baquba y una mezquita chiíta es atacada en Bagdad
El Ejército ocupante decretó de madrugada el toque de queda y comenzó el asalto de la ciudad sunita de Baquba, «bastión de Al Qaeda» según el Pentágono, dejando un reguero de civiles muertos y heridos. Horas después del inicio de esta operación cosmética, un camión-bomba estallaba al pie de una mezquita de culto chiíta en Bagdad, matando a al menos 75 personas, todas ellas civiles.
GARA |
Al menos 75 personas murieron y un centenar largo resultaron heridas en un atentado con camión-bomba contra una mezquita de culto chiíta en el centro de Bagdad. El atentado tiene lugar dos días después del levantamiento del toque de queda total en la capital iraquí. Coincide a su vez con el inicio de una ofensiva ocupante, en la que participan 10.000 soldados estadounidenses e iraquíes, contra la sección iraquí de Al Qaeda en la provincia de Diyala.
Alrededor de las 14:00 horas, un camión cargado de explosivos explotaba en el parking de la mezquita Al-Jallani, en el barrio bagdadí de Sinak.
Las Fuerzas de Seguridad colaboracionistas aseguraron que el atentado, el más mortífero que se registra en la capital desde el pasado mes de abril, tenía como objetivo a los civiles. Al menos 140 personas murieron el pasado 18 de abril en un atentado similar contra un mercado.
La mezquita, gestionada por la mayoritaria comunidad chiíta, resultó seriamente dañada por la deflagración, que provocó una enorme columna de humo negro visible en todo el sur de las ciudad. Grupos de civiles ayudaban a la Policía a evacuar a los heridos mientras los vehículos cercanos seguían siendo pasto de las llamas. El atentado dejó un cráter de tres metros de profundidad y seis metros de diámetro.
La sombra de Samarra
«Son los mismos que cometieron el atentado de Samarra», aseguraba una mujer en relación al ataque que sufrió el mausoleo chiíta en esta ciudad sunita el pasado 13 de junio y que destruyó completamente sus dos minaretes. Un primer atentado contra este lugar santo para los chiítas, registrado el 22 de febrero de 2006, fue el inicio de una mortífera escalada de enfrentamientos confesionales.
El Gobierno colaboracionista, con el fin de evitar una repetición de esta escalada, impuso un toque de queda total en Samarra, que extendió a Bagdad hasta el pasado domingo.
Ofensiva «contra Al Qaeda»
El atentado se produjo escasas horas después de que el Pentágono anunciara una gran ofensiva contra grupos de la resistencia que vincula con la red Al Qaeda en la provincia de Diyala, concretamente en torno a su capital, Baquba.
10.000 efectivos estadounidenses e iraquíes participan en esta operación, secundados por helicópteros de combate y blindados. Bautizada con el nombre de «Arrowhead Ripper», el Ejército estadounidense la presentó como su mayor ofensiva hasta la fecha en esta región, bastión de las resistencias sunitas.
El operativo comenzó de madrugada con la imposición de un toque de queda total y con el registro y sitio de un barrio del oeste de Baquba, considerado bastión de Al Qaeda.
El Ejército estadounidense anunció la muerte de 22 «insurgentes, todos ellos relacionados con Al Qaeda». Reconoció asimismo que seis peshmergas (milicianos) kurdos que participaban en la ofensiva murieron y otros 16 resultaron heridos en una emboscada nocturna en Hibhib, cerca de Baquba.
Fuentes del Ejército colaboracionista iraquí aseguraron que muchos de los muertos y heridos en la ofensiva son civiles. Los sitiadores no dejaban acceder al lugar a las ambulancias.
El Ejército de EEUU ha anunciado un refuerzo de su contingente con 28.000 efectivos.
Varios informes apuntan paralelamente a que el Pentágono buscaría una «gran victoria militar» antes de un hipotético anuncio del inicio de la retirada del país árabe.
La llegada a Riga de un contingente de 121 soldados puso fin ayer a la presencia del Ejército de Letonia en el país ocupado. Firme aliada de EEUU, Letonia mantiene un contingente que espera triplicar en breve en Afganistán.
El Pentágono anunció la muerte ayer de un soldado en una emboscada en el este de Bagdad. Suman ya 3.520 las bajas militares mortales reconocidas por EEUU desde que comenzó la invasión de Irak, en marzo de 2003.
El Ejército colaboracionista iraquí cifró en 25 los iraquíes muertos entre la noche del lunes y el martes en enfrentamientos con el Ejército de El Mahdi, milicia del movimiento chiíta al-Sadr en el sur de Irak.
Responsables locales aseguraban que una calma tensa reinaba a media tarde de ayer en el escenario de los combates, en la región de Nassiriyah
El coronel Karim al-Saidi, responsable de estas operaciones en Nassiriyah, señaló que los últimos cuatro cadáveres fueron rescatados de una vivienda atacada con obuses de mortero y añadió que el incendio posterior, que se propagó a una decena de comercios, «no pudo ser sofocado». La gran mayoría de los barrios de la localidad seguían sin luz y sin teléfono.
El Ejército colaboracionista se negó a confirmar si todos los muertos eran milicianos del Ejército de El Mahdi y pidió ayuda a los contingentes ocupantes rumanos y australianos para que le ayudaran a sofocar la resistencia. El pasado lunes, tropas británicas e iraquíes anunciaron haber dado muerte a una veintena de milicianos chiítas en la provincia de Missane, en el sur de Irak.