El Belvedere vienés descubre al público un Klimt joven y prácticamente desconocido
Las Galerías Austríacas del Belvedere vienés ofrecen una exposición sobre la obra temprana de Gustav Klimt (1862-1918), que precedió a su estilo propio e inequívoco. Permanecerá abierta hasta el 2 de octubre.
GARA | VIENA
«Gustav Klimt y la Künstler-Compagnie (Compañía de Artistas)» es el título de esta original exhibición, ideada por la directora de las Galerías Austríacas Agnes Husslein para «mostrar en el Belvedere al otro Klimt», el joven, prácticamente desconocido, pues «el que conoce el mundo es el Klimt viejo».
El hilo conductor de la muestra recientemente inaugurada, y que se mantendrá abierta hasta el 2 de octubre, lo constituyen los trabajos realizados por la Compañía de Artistas, fundada por Klimt cuando aún era un estudiante de arte, con un sentido muy pragmático de la conveniencia y los negocios.
El joven Gustav, su hermano Ernst Klimt y el pintor Franz Matsch, formaron un trío que aspiraba a acceder a encargos importantes para crear frescos y frisos en los grandes edificios y palacios que se construían en la Viena de finales del siglo XIX.
El concepto fue simple e ingenioso: los tres artistas jóvenes y talentosos se ofrecían para trabajar «como si fueran uno solo», al estilo historicista de la época, y la ventaja que tenían así frente a eventuales rivales era que podían ser «tres veces más rápidos», explicó a la prensa el intendente de la muestra, Alfred Weidinger.
La iniciativa tuvo gran éxito después de que el trío diseñase un desfile en honor al matrimonio imperial de Francisco e Isabel (Sisí) de Habsburgo, decorado por Hans Makart, en 1879. Le siguieron numerosos encargos para palacios y edificios públicos no sólo en la capital del imperio, sino también en Hungría y los Balcanes.
Hasta hoy sus pinturas decoran interiores en el Burgtheater, el teatro de más prestigio de Viena, o el Kunsthistorisches Museum (Museo de Bellas Artes), pero la mayoría de los visitantes que los observan suelen desconocerlo. No adivinarían quizás nunca que en parte son obras del Klimt, pues difieren mucho de los cuadros famosos que lo hicieron inconfundible y único después.
Con unas cincuenta piezas, incluidas veinte pinturas tempranas de Gustav Klimt, la muestra refleja el desarrollo de ese grupo de artistas hacia el modernismo. Además de los trabajos realizados por el trío, se exhiben también dibujos y pinturas de Hans Makart, Ferdinand Laufenberger y Victor Julius Berger.