Ronda de consultas para la presidencia de nafarroa
PSN y NaBai esperan cerrar el acuerdo la próxima semana
La presidenta del Parlamento de Iruñea, Elena Torres, ha convocado para el 4 de julio una nueva ronda con los grupos parlamentarios después de que ayer ninguno presentara candidato a presidir el Gobierno. Para la cita de la próxima semana es posible que haya presidenciable, ya que NaBai, PSN e IUN se mostraron esperanzados en poder cerrar un acuerdo para entonces.
IRUÑEA
Los pronósticos se cumplieron y la presidenta de la Cámara, en esta primera ronda de consultas con los grupos parlamentarios, se encontró ayer con que por el momento no hay candidato para presidir el Ejecutivo navarro. Ante ello, Elena Torres anunció la convocatoria de una nueva ronda de contactos para el próximo miércoles. Una cita ante la que Nafarroa Bai, PSN e IUN se mostraron esperanzados, ya que esperan que para entonces puedan un acuerdo.
El propio Fernando Puras, cuya candidatura decidió no presentar el Comité Regional del PSN en su reunión de la tarde del miércoles por no disponer de los apoyos necesarios, manifestó a los medios tras su encuentro con Torres que el trabajo realizado en las últimas se- manas con NaBai e IUN le permite mostrarse «esperanzado y optimista» sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo de bases y que, por tanto, no es descartable que la semana próxima presente a la presidenta del Parlamento su candidatura.
De hecho, aseguró que de momento su partido ha abandonado la vía de las conversaciones con UPN y el trabajo se ha centrado «de manera unidireccional» con esas dos formaciones, en la línea de lo acordado por el Comité Regional.
En ese sentido, indicó que «de inmediato» los tres grupos trabajarán en algunos «borradores» que permitirían hablar ya de «negociación» para la redacción definitiva de un programa de gobierno y de la estructura y composición del mismo. Puras agregó que hay una «buena disposición» para llegar a ese pacto, aunque matizó que «también es verdad que tenemos que abordar el debate de cuestiones importantes» sobre las que no se ha llegado a un consenso.
Igual de esperanzada se mostró la coalición conformada por Aralar, EA, PNV y Batzarre. Patxi Zabaleta comentó que existe un 50% de posibilidades de que las negociaciones para un cambio de gobierno «lleguen a buen puerto» y que «perfectamente» podría alcanzarse la próxima semana ese «acuerdo de bases». Reconoció que en la negociación con el PSN existen «dificultades» de carácter político, que no programático, que son «serias» pero no «insalvables».
El líder de Aralar, que quiso dejar claro que en NaBai «no tenemos plan B, que sería en todo caso hacer oposición digna, contundente y responsable», y que exigirán que el acuerdo para la constitución de un gobierno de coalición se plasme por escrito, aprovechó la ocasión para criticar la actitud de UPN y especialmente de su presidente, Miguel Sanz, «que ha intentado hacer un sabotaje al resultado del electorado navarro» que, en su opinión, apostó por el cambio en las urnas.
También el coordinador general de IUN, Ion Erro, además de expresar su optimismo y destacar que siguen trabajando por un cambio político que «debe llevarse a cabo mediante un giro social de izquierdas», utilizó parte de su comparecencia para replicar a Sanz, negando, como éste señaló, que sobre la mesa sólo haya dos opciones: «Un gobierno de corte constitucionalista o uno de corte nacionalista-soberanista». En opinión de Erro, el líder de UPN «no ha leído lo que el pueblo navarro dijo el 27 de mayo», y consideró que lo que hay que elegir es o un ejecutivo «progresista, de izquierdas y plural» o uno «de derechas, excluyente y en muchas ocasiones extremista».
«Espectáculo no razonable»
Precisamente, fue el presidente saliente, junto a los también dirigentes de UPN Alberto Catalán y Carlos García Adanero, el que inauguró la ronda de consultas llevada a cabo por Elena Torres. Tras la reunión, Sanz explicó que le había trasladado que no apoyarán a los candidatos de otros partidos y que su apuesta pasa por conformar un gabinete en torno a su formación. «Cualquier otra opción no es respetar la mayoría social de Navarra, que es claramente constitucionalista», sentenció..
Tras destacar que estaría dispuesto a gobernar en minoría o en coalición con PSN, hizo un llamamiento a ese último partido para que termine por decidirse. Y es que, a su entender, «el espectáculo que se está dando a los ciudadanos no es muy razonable. No puede darse la imagen de que el futuro de Navarra se negocia de manera clandestina, con escasa transparencia y mucho ocultismo».
Desde CDN, socio de UPN en los últimos años, su líder Juan Cruz Alli también se dirigió a la formación de Puras para que, de cara a la próxima ronda de contactos, se decida entre un gobierno con NaBai e IUN o uno con UPN, porque, por el momento, «está jugando como siempre a todas las bazas para llegar al poder como sea».
Tras acabar las reuniones, Elena Torres ofreció una rueda de prensa en la que explicó que en las mismas apeló a la «responsabilidad» de los partidos, aunque añadió que, por las conversaciones mantenidas, es opti- mista sobre la ronda del día 4. Por ello, pidió «tranquilidad y confianza» a la ciudadanía.
Si en la segunda ronda que Elena Torres llevará a cabo el 4 de julio hubiera un candidato, el pleno de investidura se celebraría los días 18, 19 y 20. Caso de no lograr la mayoría requerida en las votaciones, quedará rechazado y se tramitarán las sucesivas propuestas.
Si transcurrido el plazo de 30 días naturales a partir de la primera votación nadie fuera elegido, el Parlamento quedará disuelto y se convocarán nuevas elecciones.
ANV anunció ayer que ha presentado en el Registro del Parlamento de Iruñea una interpelación dirigida a los grupos con representación en la Cámara en la que les insta a «asumir compromisos a favor de los dos elementos que pueden traer un cambio político real en Navarra». Un primer compromiso dirigido a impulsar «un proceso democrático para construir, por medio del diálogo y la negociación y apoyándose en la voluntad popular, un nuevo marco político que dé respuesta a los nudos gordianos del conflicto, que son el derecho a decidir y la articulación territorial»; y el segundo para «convocar en el menor plazo posible unas nuevas elecciones verdaderamente democráticas».
Según incidieron los representantes de la histórica formación abertzale Txelui Moreno y Ainhoa Irigibel en una rueda de prensa ofrecida en la capital navarra, esos dos son «los mínimos para un cambio político real» en el herrialde, y no lo que están poniendo sobre la mesa en los últimos días las formaciones «que durante la campaña electoral pidieron el voto a favor del cambio». ANV calificó el proceso de conformación del futuro gobierno de «especialmente grave», ya que, a su entender, en las negociaciones que están manteniendo «se aparca y se oculta el debate sobre contenidos políticos» y lo que afloran son «los intereses partidistas de cara al reparto de carteras».
Moreno e Irigibel calificaron de «bochornoso» que PSN y la coalición Nafarroa Bai «no aclaren los contenidos del programa de cambio» y, por el contrario, estén sumidos en un «juego de dilación, ambigüedad, falta de determinación y, sobre todo, falta de ideas para apostar por un cambio de verdad», lo que a miras de ANV significa que «están castigando a la sociedad navarra».
«Da la impresión que lo que PSN y NaBai están tratando de acordar es precisamente el no cambio. Parece que lo que a PSOE y NaBai les interesa negociar es la composición del futuro gobierno en base al compromiso de cambiar lo menos posible y lo más despacio posible los elementos fundamentales que han sustentado la política de UPN», censuraron, para agregar que, de cumplirse esas previsiones, se estará haciendo «un fraude escandaloso» a la ciudadanía.
Los miembros de la formación ekintzaile arremetieron especialmente contra Nafarroa Bai por su gran insistencia en afirmar que «no hay dificultades insalvables para un acuerdo programático» entre la coalición, el PSN e IUN, lo que, para ANV, no tiene más que una única interpretación: «Nafarroa Bai está dispuesta a aceptar cualquier programa, por raquítico que sea, con tal de asegurarse la presencia en el futuro Gobierno de Navarra».
Eso, unido a que la coalición liderada por Patxi Zabaleta «entró en las negociaciones habiendo renunciado ya a la apuesta de abordar un cambio en el estatus de Navarra que garantice el derecho a decidir y a la articulación de Navarra con el resto de territorios vascos», demuestra, en palabras de los representantes de ANV, «que en lugar de mantener su apuesta por el cambio se acepta e incluso se pretende legitimar el marco político que está en el mismo origen del conflicto» que sufre Euskal Herria.
En cambio, Moreno e Irigibel afirmaron que desde la izquierda abertzale van a seguir «planteando un cambio político real, un cambio que vaya mucho más allá de la cosmética y el reparto de poder».
Para ello, sin embargo, consideraron «imprescindible» que el nuevo gobierno mantenga una actitud «diametralmente opuesta» a la que ha llevado hasta ahora ante «la preocupación principal» de la ciudadanía navarra: «La necesidad de avanzar hacia la solución democrática del conflicto». «Así de fácil puede ser la solución del conflicto si todos los agentes y el futuro Gobierno de Navarra, que debiera ser un sujeto fundamental de ese proceso, se aplicaran en sacar adelante este reto», concluyeron.
