Juanjo BASTERRA

El caso holandés se estudió ante una demanda de un empleado de un restaurante aquejado por incapacidad laboral por los fuertes dolores de espalda, causados por el transporte manual de cargas de más de 200 kilos, junto con otros tres trabajadores. El Tribunal Supremo sentenció que las cargas manuales se tienen que limitar a 23 kilogramos y «si no ocurre de esa manera, será el empresario el que tenga que asumir los costes financieros generados por el accidente o enfermedad profesional».

La federación sindical FNV de Holanda ha conminado a los empresarios de esa zona de Europa a que cumplan la sentencia judicial, lo que tendrá una repercusión positiva sobre 2,6 millones de trabajadores que «tienen que levantar regularmente cargas que superan los 23 kilogramos de peso». Una actividad continuada en este sentido provoca trastornos musculoesqueléticos. En 2007, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo está incidiendo en esta problemática, dado que el 24% de los trabajadores de la UE sufren dolor de espalda y otro 22% tienen dolores musculares debido a su actividad laboral diaria.

Según la organización sindical holandesa FNV, integrada en la CES, los desórdenes musculoesqueléticos representan el 39% de los permisos por enfermedad y de los costes de salud vinculados al trabajo. Esa organización sindical reclama a la UE que fije unos valores límite para la actividad manual de carga, a fin de reducir el impacto negativo.

Cementeras

Las empresas cementeras de Euskal Herria redujeron a la mitad, es decir a 25 kilogramos, los sacos de cementos que tienen que mover cada día los trabajadores del sector de la Construcción. La decisión consitituyó un avance en esta materia de seguridad y salud en el trabajo, pero insuficiente a la vista de lo que está sucediendo en otros países, como es el caso de Holanda, para reducir el peso que deben soportar los trabajadores en la carga de materiales.

La Unión Europea, a través de la Agencia ubicada en Bilbo, ha puesto en marcha este año la campaña «Aligera la carga», que hace referencia directa al problema de los trastornos musculoesqueléticos, porque tiene una incidencia muy importante en materia de salud en el trabajo. Cerca de un 62% de los trabajadores, según afirma la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, está expuesto al menos a una cuarta parte del tiempo a movimientos repetitivos de las manos y los brazos; el 46%, a posturas que causan dolor o cansacio; y el 35%, al transporte o movimiento de cargas pesadas. Dos son los sectores más afectados en mayor medida a los riesgos físicos y a las molestias musculoesqueléticas: la Construcción y la Agricultura.

Grave problema

El director general de la Agencia, Jukka Takala, reconoce que este problema tiene una magnitud importante dentro de la UE y, entre otras razones, afirma que «los trabajadores con bajos índices de autonomía y satisfacción profesional tienen más probabilidades de contraer ese tipo de transtornos físicos». También reconoce que «los antecendentes médicos y la capacidad física de cada persona son elementos que influyen en un sentido más negativo».

Como siempre, los empresarios son los que tienen que poner remedio a estos males que sufren los trabajadores, acondicionando los puestos de trabajo a la realidad de cada empleado. Para ello, es necesario que la prevención sea una asignatura que se tome en cuenta en los centros de trabajo, aunque la realidad demuestra lo contrario.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo indica que los empresarios deben evitar que los trabajadores pasen tiempos excesivos de pie o sentados, y recomienda a los empleadores que utilicen los modelos de prevención integrados en el lugar de trabajo, lo que supone considerar el concepto de «carga que afecta a todo el cuerpo». También deben fomentar « la rehabilitación de los trabajadores que sufren trastornos musculoesqueléticos».

La Agencia, con sede en Bilbo, también recomienda a los trabajadores que se asesoren sobre los efectos de estos problemas y exijan, junto a los delegados de prevención, unas condiciones seguras de trabajo dignas.