Durante esta semana se deberían de ir conociendo los pormenores de los proyectos deportivos que tendrían entre manos los tres candidatos que concurren a la presidencia del Athletic. La campaña está resultando muy fría en este sentido ya que García Macua, Ercoreca y Javier González están guardando sus cartas con cautela. No quieren que sus rivales tengan tiempo de maniobrar en la recta final de la contienda electoral.

Mientras los rumores en torno a los fichajes son continuos y prácticamente es televisado cualquier movimiento desde los medios de comunicación -apenas quedan jugadores vascos que no hayan sonado como posibles refuerzos-, los nombres de las personas que liderarían el ámbito deportivo del primer equipo permanecen escondidos.

La figura del entrenador y el director deportivo son claves para el buen funcionamiento de un equipo y, mucho más en uno con la particular filosofía del Athletic. En esta ocasión es necesario acertar porque gran parte de lo acontecido en el declive de las dos últimas campañas se explica con la falta de liderazgo en este terreno.

El que toma decisiones se puede equivocar, pero lo que no tiene ningún sentido es que nadie asuma su responsabilidad y se recurra a la falacia de que la baja natalidad es la causante de todos los males.

La Junta Directiva que presidía Fernando Lamikiz no ha sabido marcar una línea a seguir durante su mandato y se ha dedicado a ir dando bandazos con soluciones precipitadas. Poner freno al paso de entrenadores por el banquillo es primordial. En este sentido, apostar y confiar en un buen entrenador es mucho más importante que anunciar un indeterminado número de fichajes.

Acertar con el entrenador

El mercado de futbolistas que pueden jugar en el Athletic es reducido, pero el abanico de entrenadores es mucho más amplio. El club tiene dinero y cuando ha contratado a entrenadores de prestigio los jugadores han respondido. Los nombres de Kendall, Heynckes o Luis Fernández están en la memoria de todos.

En Euskal Herria hay materia prima suficiente como para conformar un equipo competitivo, pero para eso es necesario un arduo trabajo y creer en el bloque por encima de las individualidades. Mejorar en el trabajo táctico y definir un estilo de juego es la principal tarea en un primer equipo del Athletic que tiene calidad por mucho que se ponga en duda. Aunque existan posiciones del equipo que habría que reforzar -sobre todo en la banda izquierda, medio centro y la delantera-, también se ha de tener en cuenta lo que hay en las categorías inferiores.

En la lista de entrenadores, por el momento, es Joaquín Caparrós el que lleva la voz cantante y el andaluz no ha tenido reparo en reconocerlo. Los tres candidatos han hablado con él, pero Javier González se desmarcó el pasado viernes de su contratación. Que el nombre del técnico de Utrera haya sido el único en salir a la palestra es un dato que debería de hacer reflexionar. O el Athletic ha perdido el tirón que tenía -ha habido campañas electorales en las que los candidatos han presentado a técnicos con el caché como el del holandés Hiddink y perder las elecciones- o las candidaturas no están pensando demasiado en los proyectos deportivos porque hay muchos técnicos de prestigio en paro.

Si encontrar un cuerpo técnico adecuado es vital, el director deportivo no le va a la zaga. Ercoreca y García Macua han hablado con Irureta para ese puesto, pero parece ser que el técnico irundarra también podría tener proposiciones para entrenar a algún equipo la próxima temporada.