Doce muertos en una mezquita paquistaní
La tensión entre los estudiantes de la Mezquita Roja de Islamabad y las autoridades paquistanies estalló ayer, provocando la muerte de ocho alumnos, tres policías y un cámara. Una operación policial degeneró en un tiroteo masivo entre estudiantes y policías.
GARA |
Ocho estudiantes de la Mezquita Roja o Lal Majid de Islamabad, tres policías y un cámara de televisión murieron ayer como consecuencia de los disturbios que se registraron entre alumnos islámicos y las fuerzas de seguridad paquistanies, según informó Al Jazeera.
Posteriormente, los estudiantes incendiaron dos edificios gubernamentales, uno de los cuales era el Ministerio de Medio Ambiente.
Maulana Abdul Rashid Ghazi, vicepresidente de la mezquita denunció que «las fuerzas de seguridad han actuado de manera brutal. No hay más que tener en cuenta que ocho de nuestros estudiantes han muerto».
Un médico de un hospital de las inmediaciones relató que al menos 60 personas tuvieron que ser atendidas en el centro sanitario. La mayoría sufrían los efectos del gas lacrimógeno, pero varios estudiantes, tanto hombres como mujeres, presentaban heridas de bala.
Otras fuentes indicaron que al menos dos policías también tuvieron que ser hospitalizados por heridas de bala.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de unos diez estudiantes, armados con bastones, atacaron a un destacamento policial que estaba tomando posiciones alrededor de la mezquita.
La Policía, entonces, comenzó a disparar gas lacrimógeno contra los estudiantes, dándose inicio a un intercambio de disparos, según testigos presenciales.
Desde los altavoces de la mezquita comenzaron a realizar llamamientos a los habitantes de Islamabad para que acudieran al templo a defender a los estudiantes y a los muyahidines.
La Mezquita Roja de Islamabad está bajo vigilancia de las autoridades desde que los estudiantes tomaron en enero el control de una librería gubernamental. La tensión aumentó cuando los estudiantes comenzaron una campaña antivicio, en la que se incluyó el secuestro, el pasado mes, de ocho chinos que trabajaban en una clínica de acupuntura.