José Félix Rojas
«Cada vez es más tentador pensar que el agua aparece de vez en cuando en Marte»
¿Hay agua en Marte? Es la pregunta que periódicamente nos hacemos.
Agua líquida sigue sin haberse encontrado. Hielo, según los informes de dos sondas diferentes, parece que lo hay bajo el polvo de Marte. Los europeos pusimos una sonda en órbita en torno a Marte, la Mars Express, que tiene una especie de antena que tiene la capacidad de profundizar, como un radar, bajo el suelo marciano. Ese radar ha permitido corroborar algo que se había intuido ya, que hay hielo bajo el suelo. Ahora, lo que sigue sin estar claro es si son masas de hielo compactas, tipo glaciar, o es un hielo infiltrado dentro de las rocas, como si las fuera hidratando y se hubiera helado allí.
¿Y qué cambia de una forma a otra?
Si fuera un glaciar tendría mucha más facilidad para fundirse y aflorar que si estuviera entre las rocas formando parte, digamos, de la humedad ambiente. Pero de lo que no hay ya ninguna duda es de que en Marte hubo grandes masas de agua, lo que pasa es que hablamos de 1.000 millones de años o más. Pero cada vez el panorama es más tentador para afirmar que el agua aparece de vez en cuando, cuando las condiciones ambientales cambian. Hace mes y medio, uno de los rover marcianos localizó por casualidad un mineral que sólo se forma en presencia del agua. En su día fueron unas torrenteras en las laderas de unos volcanes y que en fotografías anteriores no estaban allí. No está claro que fuera agua líquida, quizá aludes de barro húmedo, pero todo empuja en la misma dirección.
Y tener agua sería fundamental para posibilitar la vida allí.
Si tenemos agua en algún estado en Marte siempre podríamos utilizarla, porque incluso si es hielo podemos fundirlo. El agua es necesaria para generar cultivos, que serían protegidos en este caso, porque hablamos, por ejemplo, de una presión que es como estar a 20 kilómetros de altura en la Tierra. Y el agua permite también descomponerla en oxígeno e hidrógeno, para respirar uno y como combustible el otro. De no haber agua, entonces se pone muy cuesta arriba.
¿Será entonces Marte el próximo destino del ser humano?
Eso vale muchísimo dinero y hoy estaríamos en el límite tecnológico de poder hacerlo. Mandar a un ser humano se puede hacer, el problema es que el que vaya querrá volver y eso está más allá del límite. Entre unas cosas y otras, si hoy intentáramos hacer una expedición a Marte, tendríamos a la tripulación aproximadamente un año fuera de nuestro planeta. Y ello, actualmente, supone unos riesgos importantes.
En cualquier caso, Marte parece que seguirá siendo el objetivo primero de las agencias espaciales.
Marte es apasionante para investigar, además de servir de banderín de enganche de la ciencia para conseguir fondos para el ambiente aeroespacial. A nivel práctico, si nos planteamos a muy largo plazo movernos a otros sitios, no hay duda de que es bueno investigar cómo hacerlo. Porque la Luna está más cerca, pero es más hostil que Marte y encima no hay nada de hielo, ni agua. Pero lo importante es que para la técnica espacial la exploración de Marte permite afinar herramientas que de otra manera no tendrían sentido, como llevar allí diseños que aquí en la Tierra no tendrían sentido, pero que allí se ponen en práctica en situaciones difíciles.
J.V.
Licenciado en Ciencias Físicas y doctor por la UPV-EHU, es investigador del grupo de Ciencias Planetarias dirigido por el astrofísico Agustín Sánchez Lavega. Protagoniza el espacio ``Ciencia planetaria'' del programa ``Graffiti'' de Radio Euskadi.